Piensen en todo lo que es verdadero, todo lo que es respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es digno de admiración; piensen en todo lo que se reconoce como virtud o que merezca elogio.. Filipenses 4:8 -¿Qué viste en mí? - Le preguntaba él, posiblemente pensando (él) en su físico. Se considera un chico atractivo, se ve al espejo y ve un hombre “bonito”, bien vestido, elegante, con gustos finos, etc… Pero resulta que existe un refrán que dice: “Para gustos, colores”, y la pregunta la hizo una y otra vez y ella se encogía de hombros, porque justamente para el gusto de ella, el no traía sus colores favoritos. De la lista del chico (puede aplicar a una chica), de su lista personal de las “cualidades” que el entendia eran relevantes para enamorar a alguien, resulta que, no están nombradas en lo que Dios nos invita a pensar; y los atributos físicos que consideramos “que atrapan”, no son lo que dan la paz que el verso 9 del mismo pasaje nos ofrece. Tam
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