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Perseveren en la oración

Perseveren *en la oración*, velando en ella con acción de gracias. Colosenses 4:2 NBLA‬ Recuerdo que un pastor me decía: no orar es como salir de la casa sin cepillarse los dientes en la mañana. Te pudiera suceder que olvides el cepillado, buscarás mentas, goma de mascar, hasta enjuague bucal; pero la sensación de inseguridad porque no te cepillaste se mantendrá hasta que lo hagas. La oración es una parte vital de la vida cristiana y comunitaria. Pablo nos anima a mantener una práctica constante de oración.  Orar no solo implica comunicarse con Dios, sino también mantener una actitud de dependencia y confianza en Él en medio de las circunstancias difíciles y las luchas espirituales. Pero necesitamos perseverar en ella, atentos a que Dios nos escucha, nos quiere hablar y nos quiere responder; que nuestra oración vaya llena de agradecimiento a Él, pues el solo hecho de que podemos hacerlo ya es un privilegio. Pablo continúa después de esta exhortación, pidiendo oración para que Dios abri

Velando, con acción de gracias

Perseveren en la oración, velando en ella *con acción de gracias*. Colosenses 4:2 NBLA‬ Tener una actitud agradecida, cuando las circunstancias parecen estar cada vez más en nuestra contra, es un desafío. Lo es para mí y más difícil cuando ese mensaje debo enseñarlo a mis hijas mientras es obvio que algo anda mal. Cuando las cosas en mi vida no están bien, hago conciencia de que pudiera estar peor.  Y es así.  He estado lidiando con temas de salud y ha sido desgastante, física, emocional y financieramente, pero cada día he podido ponerme de pie y doy gracias a Dios que en medio de mis tribulaciones, me ha enseñado que siempre habrá motivos para dar gracias. Cuando Pablo escribió la carta a los colosenses, estaba bajo arresto domiciliario y de sus cartas con mayor impacto al día de hoy, son las que escribió en sus humanos peores momentos.   Sin embargo, la prioridad de Pablo fue enseñar a los demás a depender del Señor, a ser agradecidos, a perseverar en la oración. En el libro de Gálat

Velando, con fe.

Perseveren en la oración, *velando* en ella con acción de gracias. Colosenses 4:2 NBLA‬ Velando...Con fe. En la primera meditación, hablamos de perseverar en la oración, y les comenté que yo acostumbraba a orar "sin expectativas". Soy escritora desde muy temprana edad, así que tengo tendencia de hablar en mi mente conmigo o como si alguien me estuviera prestando atención. Me he sentado a tomar café en casa como hablando con Jesús.  Literalmente, servirle una tacita y así conversaba, de lo que había leído, de lo que me sucedía, no siento que fuera locura, es mi modo de estar a solas con  ese amigo y padre que es el Señor para mí. Por mucho tiempo, fue una conversación de desahogo, nunca tenía expectativas de respuestas, sabía que me escuchaba, pero igual estaba yo segura que yo no escucharía a alguien hablar. Me acostumbré a no presentarle mis necesidades, talvez porque solo era una conversación unilateral, y porque por alguna razón, no veía motivos como para que Dios quisiera

Velando...¿Cuándo?

Perseveren en la oración, *velando* en ella con acción de gracias. Colosenses 4:2 NBLA‬ La palabra "velando" en el griego original, se refiere a estar despierto, alerta o vigilar. En el contexto de Colosenses 4:2, "grēgoreō" se refiere a estar espiritualmente despierto y alerta mientras se ora, mostrando una actitud de vigilancia y atención continua en la oración. Si bien es importante incluir la oración en toda nuestra agenda, debemos tomar 2 puntos importantes 1. ¿cuándo oramos?... la hora y 2. la fe (expectativa). Hoy voy a meditar en el primer punto: ¿cuando oramos?... la hora. La hora de nuestro momento a solas con Dios.  Precisamente por nuestra apretada agenda, suele ser al despertar y/o al acostarnos.  Hablemos en modo realista, te acuestas casi último que tu familia, por todas las tareas del hogar; sí eres madre, esto es un tema universal. Te acuestas ya cansada, tarde, y tu oración puede que termine en balbuceo o "libranos del mal, amén", en el m

Perseverando en oración

*Perseveren en la oración*, velando en ella con acción de gracias. Colosenses 4:2 NBLA‬ Antes solía ver la oración como un ministerio exclusivo de "intersección", era como si solo un grupo de personas tuvieran acceso para hablar con Dios y escucharlo.   Aparte que debía ser en un lugar exclusivo, al que había que correr cada semana, en horas determinadas. Entonces, cuando yo oraba, era como si yo hablara al vacío, sin expectativas. Me encontraba hablando sola, como una persona sin juicio. Otra de mis debilidades, era orar por algo y luego dejarlo en la bandeja de entrada, hasta que algun angel secretario, le pasara mi petición a Dios; dos días orando y al tercer día, había otra necesidad mayor, así que:  - "Dios, puedes dejar la otra para después, este asunto tiene prioridad..." Dos temas importantes que aprendí con la ayuda de Dios: perseverar y velar. El apóstol Pablo dice: perseveren en la oración. La palabra griega "προσκαρτερέω" (proskarteréō), segú

Se me cae la casa!!!

‭ [21] Esto traigo a mi corazón, Por esto tengo esperanza: [22] Que las misericordias del Señor jamás terminan, Pues nunca fallan Sus bondades; [23] Son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad! Lamentaciones 3:21-23  Clamaba yo: ¡Señor, se me cae la casa! Y literalmente, parte de ella se está cayendo, pero también mi salud, mi ánimo, mis finanzas, mis fuerzas. Diría un jugador de baloncesto, las dificultades me tienen un "gardeo de cancha completa". En días como estos, debo hacer un alto, recordar que más rápido se hunde quien más lucha para salir del agua; es cuando te calmas que lograr flotar. Mi alto implica ir a la palabra y meditar en un pasaje; no tiene que ser necesariamente uno que ilustre lo que estoy viviendo, solo se trata de quitar la vista de mis circunstancias y fijarla en Dios y su mensaje. He leído y escuchado una y otra vez que Dios es fiel y que su misericordia es nueva cada mañana; lo que llama mi atención en el pasaje es que el autor dice: "Esto *

Escuchando a Dios

‭ Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;  Santiago 1:19  Soy muy parlanchina, siento que todo lo que pasa por mi cabeza debe salir antes que se acumule; he hecho el ejercicio de callar y escuchar sin interrumpir y suele costarme lograrlo, pero lo hago. Al orar me pasa, hablo mucho con Dios, ya sea para pedir, dar gracias, contarle de mi día, pedir perdón, etc... Pero hablo tanto que me doy por escuchada y respondida; y no escucho las advertencias que el Espíritu Santo me da en algunas circunstancias.  Esto me lleva a sentir enojo con Dios, pues estaba segura de haber "hablado con él". No es que Dios no quiere escucharme, solo está organizando el orden de prioridades, definitivamente, escuchar a Dios siempre debe ser prioridad. Si yo fuera más presta a escucharlo, posiblemente, lo que yo tenga para contarle, sea una queja o una búsqueda de respuesta, ya venga la solución en ese momento que Dios me habló,