El nombre que me avala
Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob, Y el que te formó, oh Israel: «No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú. Isaías 43:1
No me gustan los alias o seudónimos, si te llamas Juan es Juan; puede que use alguna palabra afectiva: cariño, corazón, mi'ja (para mis hijas), pero igual a ellas siempre las llamaré por su nombre de pila, el que puse en el acta de nacimiento.
No he tenido problemas con ello, mas que los bulling del colegio, muchas personas terminan no usando jamás su nombre y terminan identificándose con el apodo que les pusieron los amiguitos de niños, aun fueran despectivos.
Y la identidad que adoptas puede causarte confusión. De niña aprendí del origen de mi apellido paterno, eso y la confirmación de que hubo errores de escritura al momento de completar mi acta de nacimiento, hizo que aun hasta adulta yo escribiera mi apellido de manera distinta. Yo firmaba segun mi apellido "original".
Que crees que pasó con el tiempo?
Al inscribirme en la universidad, llevé todos mis documentos de identidad en "perfecto orden"; luego de mi larga fila, mi expediente fue devuelto porque llené un formulario con "mi apellido original", según yo.
Entonces aprendí que no importa como quiera nombrarme, el apellido que me avala es el que este legalmente plasmado. Y gracias a Dios lo supe en aquel tiempo y no solicitando un préstamo en el banco.
Tú y yo tenemos una identidad desde la creación, y es que nuestro diseño no fue creado para muerte, dolores, tristezas, escases ni hambre. Pero el enemigo nos hizo adoptar un apodo, una identidad que nos marcó: "pecadores".
Por toda una vida, andamos firmando con ese apellido; hasta que somos adoptados por medio de Jesucristo y adquirimos una nueva identidad en él.
Aun así, podemos seguir fallando al firmar documentos, y nos pasamos mucho tiempo recibiendo ese expediente de vuelta, porque el apellido que colocamos no es el de nuestro padre, quien nos redimió.
No fue sino hasta que me tocó llenar el acta de mi hija mayor, que "aterricé", y con real conciencia escribí mi apellido sin andar pensando en su origen en aquellos ingleses que en siglos pasados llegaron a la isla; soy ESTEPAN, sin "H", con "E" al inicio, solo eso.
- ¿De donde es tu apellido?
- Del sur del país, no de inglaterra con africanos...
Tan de moda se ha hecho, pagar por pruebas de ADN que nos digan de nuestra ascendencia, que nos quita la vista del presente y de hacia donde vamos. ¿Buscando que?
El no estar claros de cual es nuestra identidad hoy, puede causarnos temor, incertidumbres... ¿y si llené ese formulario mal? ¿Le habré puesto H?
Cuando pecamos estando en Cristo, no estamos renunciando a nuestra identidad en él; estamos volviendo a escribir el apodo de "pecador", que en Genesis 3 nos adjudicaron; más ese apodo, no te avala legalmente ante Dios para recibirte en su presencia, sino el título original para el que fuiste creado, ser llamado "hijo de Dios".
Conoce de donde viniste, de donde saliste y donde estas hoy mas tus antepasados no garantizan tu vida plena hoy, no importa que el origen de tu ADN haya estado en las monarquías antigua, el Reino al que entras hoy, cuando aceptas a Jesús como tu señor y salvador, tiene el mejor nombre para ti y los tuyos.
Así como verificamos nuestro nombre en un acta o cédula, revisemos cada día con Dios con cuál nombre estamos firmando en nuestras acciones, pensamientos y palabras; porque del Señor somos.
#meditandounpoco
Keyla Estepan
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