¿Cómo dar? ¿A quién dar? ¿Por qué dar?
En estos días de reflexión, el Señor ha traído un tema que resulta hoy en día más delicado para tratar y es acerca de las finanzas relacionadas con Dios...
Ya antes había compartido de que relación tiene mi situación económica con mi caminar con el Señor y me llama mucho la atención dentro de las tantas enseñanzas de Jesús a sus seguidores las que se mencionan en Mateo 6 acerca de la ofrenda, de la oración y el ayuno, a mi entender los tres pilares de un cristiano después de aceptar a Jesús como salvador.
Hoy quiero hacer énfasis en lo que corresponde al DAR, a la ofrenda y cual es la manera en la que creo que a Dios le agrada…
¿Cómo dar?
Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Mateo 6:1a
Aunque pareciera que lo de dar fuera opcional, resulta ser todo lo contrario para Dios, es prácticamente una “obligación” cristiana que se torna impresionantemente difícil y que pudiera tener otro color si lo viéramos como parte de nuestro diario vivir al igual que la oración y comer…
Pero sale a flote nuestra religiosidad cuando no podemos dar ninguno de esos pasos en silencio y tenemos que dar voces que le permitan saber a otros que tan “involucrados estamos con Dios” .
Y si nos fijamos en el pasaje de Mateo 6 las actividades que son más importantes para Jesús son las que precisamente el pide que hagamos “en silencio” y que no tenga que saber todo el mundo que la estamos realizando, porque son precisamente acciones que tienen que dar cuenta solo entre nosotros y Dios, no al mundo o a la congregación…
Que demos o no eso solo Dios tiene que saberlo, y solo el pedirá cuentas de eso, igual eso no te condenará ante “sus ojos”, no te dice que serás hijo predilecto o menospreciado por lo que des, pero si tendrá en cuenta que des frutos con todo esto.
…de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 6:1b
Es importante ver en este verso que Dios no dice que si “no” hacemos justicia el no nos recompensará; dice Jesús que “si” hacemos justicia aun así no nos recompensaría, ¿Por qué?, pues porque hicimos justicia para llamar la atención de otros; y si realmente me he preocupado por agradar a los hombres en áreas que realmente le competen a Dios, entonces no estoy mirando a lo que mi padre me guarda en “el cielo”…
En estos días de semana santa que asumían mas reflexión y meditación en la palabra, no fue precisamente en mi relación con Dios en lo que me concentré. De cierto modo eso me estaba causando una inseguridad para acercarme a Dios, estaba inconscientemente dejando que el enemigo levantara un muro que me hacía sentir lejos y no merecedora incluso de pedirle al señor, y meditaba hoy en el Salmo 2
Pídeme, y te daré las naciones como herencia tuya,
y como posesión tuya los confines de la tierra. Salmo 2:8
¿Por qué el Señor me diría eso hoy, precisamente después de días enteros no haciendo “su voluntad”? Sencillo: El no espera que yo le dé para ofrecerme sus promesas, el no está pendiente de lo que yo doy para que le pueda pedir…
Viendo que su misericordia es primero, como no dar todo lo que tengo para su obra en agradecimiento a lo que él ya me ha dado…
¿A quién dar?
Estamos escuchando los últimos días frases que pudieran parecer acorde con la voluntad de dar de Dios: “mientras más demos más recibiremos” “si somos reservados a la hora de dar con Dios, igual Dios hará con nosotros”
Alguien que haya dado a su único hijo a morir por nosotros, habiéndolo planificado antes de la fundación del mundo, sabiendo que no le devolveríamos 100% a su decisión, sabiendo de antemano que habría gente en el mundo que no tendría más que las dos monedas de la viuda (Lucas 21:1-4); En mi opinión no creo que me condicionaría bendiciones financieras para que yo dependa de “mi” y no de “El”…
37 "Y los buenos me preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿Cuándo tuviste sed y te dimos de beber?38 ¿Alguna vez tuviste que salir de tu país y te recibimos en nuestra casa, o te vimos sin ropa y te dimos qué ponerte?39 No recordamos que estuvieras enfermo o en la cárcel, y que te hayamos visitado". Mateo 25:37-39
En este pasaje Jesús menciona grupos específicos por los que hay velar: hambrientos y sedientos, extranjeros, gente que no tiene vestidos, los enfermos y los presos…
Hay algo que he aprendido, si doy de lo que tengo a alguien que lamentablemente no le dé buen uso, Dios le pedirá cuentas a esa persona, pero ¿qué pasa si en lugar de dar sabiendo que estoy supliéndole a alguien sus necesidades debe ser más importante, lo hago asumiendo que eso me hará prosperar en lo financiero?
Una cosa es no saber que hacen con lo que destinamos del dinero para fines de la iglesia pero también tenemos la capacidad de analizar que de lo que Dios nos habla en la biblia se hace en nuestra congregación, todo el dinero es de Dios, todo le corresponde a Dios y eso no nos hace ciegos, sino “administradores”.
No digo con esto que no ofrendemos en las iglesias o que si el pastor recibe o no de lo que damos… Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. 1 Corintios 9:14
Pero es importante, repito, ser buenos administradores de los talentos que Dios pone en nuestras manos y no bloquear los sentidos solo por lo que nos digan que recibiremos…
¿Por qué dar?
Pudiera resumirlo en un solo verso de mismo capítulo de Mateo 6: V4. …y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Pero si es cierto que tenemos una siembra que hacer y es importante no hacernos de la vista gorda y decir ahora que aunque no de de todos modos, tengo mi salvación segura, ser salva y dar frutos van de la mano, pero no necesariamente una garantiza a la otra.
Puedo ser salva por aceptar y reconocer a Jesús como hijo de Dios que murió en la cruz por mí y para pagar por mis pecados, pero puedo pasar años sin dar al mundo de lo que he recibido por gracia (y me refiero a lo material) y eso no me destituye de ser hija de Dios.
Igual puedo dar en abundancia y no hacerlo para hacer tesoros donde verdaderamente importa: en el Cielo…
19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, (F) y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6:19-21
No está mal que espere que Dios sane mis finanzas, es bueno pedirle a Dios que me muestre los caminos para ser buena administradora y ser más responsable a la hora de dar a los demás. Dios nos da la sabiduría de dar buen uso a todo lo que él nos da…
Tenemos que sembrar para cosechar, eso es muy cierto; pero ¿en qué tierra regaremos esas semillas?
Mi hija hace algarabía por una plantita de mandarina que sembró en una macetita en mi casa, cada día cuenta las hojitas, y se da cuenta si tiene una hoja nueva. Pero hay un detalle, pronto la plantita llegará a ser un árbol y no le será suficiente el lugar donde está, y tengo dos opciones: o la dejo morir o la regalo a alguien que tenga más espacio para que pueda dar frutos, porque es obvio que en mi balcón es difícil que los de…
Puede que ponga mi hija mucho amor en regar su mandarino, creyendo que un día recogerá para comer, pero resulta que al final la realidad será otra…
Eso pasa cuando sembramos en espacio tan limitado, luego nos damos cuenta que la cosecha no será fructífera como esperamos…
Ahora bien, si la segunda opción que tengo es la de regalar la plantita cuando este más grande y tome la decisión de “darla” a alguien que tenga un gran patio, quien sabe y un día esa persona venga y me diga: mira una mandarina de la planta que estaba en tu casa…
Eso es sembrar donde sabes que habrá cosecha segura, pero fue necesario que “diera” mi planta.
¿Cuál es la tierra donde debemos esparcir lo que Dios nos ha permitido tener? Aquel grupo que menciona en Mateo 25…
Eso es sacar nuestra plantita (que es nuestro corazón) que está todavía en un tarro muy pequeño, para dársela a Dios y hacer verdaderos tesoros en los cielos.
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