Una Buena batalla...

Hace tanto tiempo que no me siento a escribir, a reflexionar y confieso que mi búsqueda de la palabra de Dios se ha hecho mas de versos que llegan a mi mente cada día   De paso eso da testimonio de cómo la palabra de Dios es nuestro sustento diario.

Tengo mucho en que meditar y mucho de que hablar, tal vez contar de tantas bendiciones que Dios ha derramado en mi casa como las quejas que aun me acompañan, pero mas que todo me toca vivir de la “alabanza a Dios”.

Estoy pasando por momentos super difíciles y también me toca ver a Dios obrando constante y fielmente a mi favor y para su gloria.

Incluso desde un devocional descuidado, siento el amor de Dios hacia mi… tomo mi libro, mi biblia (a veces del celular) y con solo un verso Dios me da un abrazo y me consuela con sus palabras.

Tengo dos hijas hermosas, que en medio de mi rutina y trabajo, sacan una sonrisa de mi; a veces le hablo a la bebe y le digo: sigue durmiendo que no me quiero levantar y ella se sonríe tal vez entendiendo que le estoy haciendo alguna gracia.

Por momentos me levanto y confieso sentirme una madre que no es responsable y mi hija mayor repite enseñanzas que alguna vez le he pasado y aunque sea en minutos, veo que vale la pena la buena instrucción en los hijos.

Una de mis oraciones constantes a Dios, es que me de fortaleza y me permita verlo en TODO momento de mi vida, en la aflicción, en la alegría y aun en asuntos que parecieran ser insignificantes.  Me ha complacido y en los últimos años aun cuando todo se ve color de hormiga, puedo ver mas allá de mis preocupaciones y mis lagrimas.

(Mt. 16.5-12)
14 Habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca.
15 Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes.
16 Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan.
17 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón?
18 ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?
19 Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Doce.
20 Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Siete.
21 Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?

También me he dado cuenta lo fácil que es para mi como ser humano descansar en las promesas de Dios aun después d vivir tantos milagros de parte de El, pero también el Espíritu Santo me tintinea a cada instante y me dice: Keyla, ¿aun no entiendes? ¿No recuerdas esto o aquello?

Yo pudiera hacer un gran libro solo de testimonios de las maravillas que Dios ha hecho en mi vida, alguien me dijo: Deberías hacerlo… Tal vez sea de mucho provecho para mi testaruda fe.

El enemigo no duerme y busca como atacarme y mantengo mi armadura firme, mi espada levantada recordando versos de la biblia y cantando alabanzas, y mi coraza puesta haciendo oídos sordos de lo que me quiere inculcar.

Esta es una batalla que no libro sola, se que Dios pelea por mi…
La verdad no se hasta cuando o hasta como Dios permitirá que yo llegue a sentir todo esto, pero conforme a su palabra:

Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste,
para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo,
que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto. Isaias 45:5-7

El es el hacedor de todo y cuestionarlo no es mi parte, sino glorificarle, alabarle y agradecerle por cada dia que me regala, aunque este lleno de adversidades…

Solo me debo a Dios.

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