Siempre dispuestos

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gálatas 6:9
Una de mis grandes luchas y debilidades y lo digo a modo de confesión: "Estoy cansada", de muchas cosas y en particular me he cansado de "hacer el bien".

Del grupo de mis amigas y amigos, la creativa, inspiradora, decoradora, fiestera y la que siempre tenía un chiste en la punta de la lengua, era yo (de los chistes y la risa aun me queda algo).
Trabajé en un lugar por alrededor de 5 años y cada cumpleaños de los empleados me llamaban para decorar su espacio de trabajo, y cada idea que necesitaban en lo personal, para tarjetas, mensajes, etc. Mi nombre era el que les venía a la mente (algunos aun lo hacen). Pero año tras año, mi cumpleaños mi espacio estuvo sin decorar, y sí se acordaban de mi cumple pero la decoradora "era yo"; solo en una ocasión me pusieron globos, que habían sido de una compañera que cumplió dos días antes. Entonces, me cansé, y dije ya no más, no soplo un globo más.

Igualmente, cuando trabajaba, llegaba hasta una hora antes, y analizaba cada punto de mis labores para entregar siempre "lo mejor" y día tras día vi una compañera llegar cada vez más tarde a la oficina y nadie dijo nada por eso y si es por decir que "solo no dijeron nada", cuando hubo reducción de personal, yo fui la primera en ser despedida.

Pudiera decir muchos más ejemplos de mi vida, pero todos serían para "justificar" mi falta ante Dios; sí, ante Dios; porque como cristianos nada hacemos que no sea tomado en cuenta por y para Dios. Entonces mis razones no son verdaderamente válidas para decir que "me cansé de hacer el bien".
Aunque no haga lo bueno, si no hago lo bien que se hacer, también estoy haciendo lo malo. Igual me pasa con lo de hacer ejercicio, simplemente deje de hacerlos porque "estoy cansada de cuidar mi cuerpo" y mira que antes estuve en el extremo contrario.

Mami es una persona de humilde condición, desde siempre ha tenido cuando muy joven las posibilidades de vivir bien acomodada, pero optó solo por estar "bien alimentada". Ella es recordada entre los suyos como una mujer generosa, de hecho el tema de que cuando yo era niña siempre cargaba fundas, a mi me molestaba, luego vi que esas fundas siempre llevaban alivio a otros.

Medité hace poco acerca de la benignidad, uno de los frutos del espiritu (Gal 5:22), y traté de ejercitar por solo un día el ver "lo bueno" en "todo" y admito que en menos de una hora fallé en la prueba, parece fácil, para mi no lo fué, gracias a Dios por su misericordia.

Muchas veces criticaba a mami el hecho de que ella en su familia es la de escasos recursos, no tiene carro, no tiene marido ni cuenta de banco, ni viaja y a cada rato visitaba a su familia, en mejor condición económica, usando transporte público, gracias a Dios nunca me hizo caso, aun cuando puede hace visitas y/o llama por teléfono (esto último es más difícil, porque no sabe usar bien el teléfono y esta casi sorda).

Para concluir, la "regla humana" nos dice "da para que recibas" y para más drástico: -te llamo y te llamo y tu a mi no, pues te dejo de llamar. Gálatas 5:23 dice...contra tales cosas (los frutos del espíritu) no hay ley; Por eso la Biblia nos invita a "no cansarnos de hacer el bien" sin importar que "terrenalmente" nadie nos devuelva.
...porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gal 6:9 Esta es la promesa de Dios para nosotros, puede ser que nos toque recoger algunas recompensas aquí pero la cosecha segura está en nuestro Señor Jesucristo, que nos aseguró el premio por hacer siempre lo bueno, haciéndose "el camino" seguro para llegar al padre.

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