Jesús, el sacrificio SUFICIENTE

Y les dijo*: «Escrito está, “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la están haciendo cueva de ladrones». Mateo 21:13

Podríamos leer este pasaje y simplemente "conocer" a un Jesús que no solo llora o se alegra, sino que tambien se enoja.

Hay un contexto que incluye la cultura de los sacrificios a Dios, que para los judios era importante.  A la vez, trae una realidad espiritual y social: No preparar su propia ofrenda, y no poder "adquirir" aquel perdón, porque sus recursos no alcanzarían para comprar un animal tan puro cómo lo exigían las autoridades entonces.

Vamos a Levitico y desglosémoslo de la siguiente manera:

Levítico 1 y 2 – Qué se sacrifica y cómo se ofrece.

Qué: animales (toros, corderos, aves) y cereales (harina, aceite, incienso).

Cómo: se siguen procedimientos específicos (imposición de manos, derramamiento de sangre, quema completa o parcial, sin levadura, etc.).

Levítico 3, 4 y 5 – Por qué y para qué se sacrifica

Por qué: por pecados, transgresiones, búsqueda de paz, restauración o agradecimiento.

Para qué:

Cap. 3: Paz/comunión – expresar gozo, armonía con Dios y otros.

Cap. 4: Perdón de pecados no intencionales.

Cap. 5: Reparación – pecados específicos, negligencia, mentiras, impurezas; incluye confesión y en algunos casos, restitución.

A raiz de estos mandatos, Jesús encontró un sistema de sacrificios que se volvió una barrera económica, que en lugar de permitir que las personas trajeran sus propios animales (como lo permitía la ley mosaica), los sacerdotes y comerciantes comenzaron a imponer animales “aprobados”, que debían comprarse ahí mismo, dentro del templo, muchas veces a precios inflados. 

Esto:

- Desalentaba a los pobres, que no podían pagar.

- Convertía la adoración en un negocio elitista.

- Corrompía la intención original del sacrificio, que debía ser una ofrenda sincera, no una transacción obligada.

Luego de enlistar los pecados de la semana, el arrepentido debía tener con que comprar el animal correspondiente; imagino que otros, los muy pobres debieron volver a sus casas con los pecados en una bolsa o al menos la mitad de los "contabilizados" por no alcanzar a tener los recursos para comprar ni una tortola.

Levítico 5:7-13 nos habla de la flexibilidad de Dios para aquellos que no alcanzaban para siquiera comprar tortolas, lo que demuestra que Dios en su propósito, no deja espacio para la exclusión; y tuvo la grandiosa sabiduría de encarnar a su hijo en una familia con la que entendería humanamente ese sentimiento.  Lucas 2:24, menciona a José y María ofreciendo 2 tortolas en el templo.

Que difícil escenario debió ser para Jesús, que no puso precio a su sacrificio para salvar al mundo, por lo menos no para cobrarnos su cuerpo, pero si un gran precio, de sangre, para pagar por nosotros más que lo equivalente a todos los corderos del mundo.

No fue el templo, la celebración ni los  sacrificios lo que enojó a Jesús, sino el abuso de aquellos que se otorgaron el poder de limitar la Gracia de acercarse a Dios aun con las manos vacías

El templo debía tener un olor desagradable por el cumulo de animales muertos y de Jesús, siendo un único cordero inmolado, no quedaría putrefacción ni cuerpo descompuesto, sino resurrección.

Todos vamos a esa plaza buscando el animal que suponemos que corresponde a mi lista de pecados; todos soportamos el mal olor de la descomposición de lo que hemos sacrificado, talvez con la mejor de las intenciones y el mejor de los deseos de que aquello se convierta en "olor fragante"; pero aunque quieras imaginar que la carne podrida huele a lavanda, tu nariz no te lo aceptará.

Talvez llegaste a la plaza sin el animal y solo un puñado de harina y alguien te dice que te lo podría aceptar, pero por la cantidad de pecados, no es suficiente.

Jesús es suficiente, es el sacrificio más caro y puro que fue delante de ti, para que nadie pudiera detener tu entrada a la presencia de Dios y regresaras a tu casa salvo y purificado y con el aroma de la esperanza de resurrección y vida eterna en Él.

Dios nos guíe.

#meditandounpoco 

Keyla Estepan 

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