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¿Esperando las luces o haciendo el trabajo?

Hechos 1:10-11 NBLA [10] Mientras Jesús ascendía, estando ellos mirando fijamente al cielo, se les presentaron dos hombres en vestiduras blancas, [11] que les dijeron: «Varones galileos, ¿por qué están mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de ustedes al cielo, vendrá de la misma manera, tal como lo han visto ir al cielo».  Seguro has estado en algún espectáculo de fuegos artificiales; son majestuosas las luces al explayarse en el cielo. En fin de año, muchos países son muy aclamados por el evento que preparan. Y nos ha tocado ver cuándo esa diminuta luz va subiendo, y esperas que se expanda enormemente, pero esa es de las que solo sube y baja, sin explotar o es de las que al subir solo hace el estruendo sin las luces. Exploten o no, brillen o no, logran mantenernos mirando al cielo, esperando cada desenlace. Y cuando todo el juego de luces termina, volvemos a lo que estábamos, algunos se irán con espectativas sin completar y otros no dejarán de hablar de lo lindo ...

Estad quietos...

Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios; Exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. Salmo 46:10 NBLA Tengo mis dos hijas y de alguna manera, con cada una, viví momentos de crisis bastante fuertes. Con mi hija mayor, en una ocasión, sentí que Dios me decía: ella es mi hija, yo me hago cargo... , creo que ella debía tener unos 3 años entonces, y hoy es mayor de edad terminó la universidad y sigo viendo esa promesa cumplirse en la vida de mi hija, y sabes que? Dios ha suplido todo para ella sin escatimar recursos. Cuando quedé embarazada la segunda vez, el primer desafío fue el miedo que me invadió, luego dar la cara las personas más allegadas, quienes no precisamente me felicitaron por estar encinta.  De hecho, no recuerdo a Alguien que sonriera cuando se lo comuniqué.   Así que tuve que lidiar no solo con mi sentimiento de culpabilidad, sino también con la decepción de los demás.  Sin embargo, el día que hice la prueba, mientras me hundía en llanto, ...

Tu testimonio importa

Amado, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios. El que hace lo malo no ha visto a Dios. 3 Juan 1:11 NBLA En un nuevo trabajo, mi bienvenida fue algunas "notas informativas" acerca de algunos de los compañeros. El café matutino, fue la ocasión para que alguien amablemente, me pusiera al tanto de parte de la vida personal de la jefa, su secretaria, la contadora, el mensajero, etc. Y la persona que me instruía diligentemente, me decía: - ya sabes, no confies en esa persona. - Yo no soy fans de la predisposición, pues he tenido experiencias muy personales al respecto.  Me gusta conocer a las personas, aunque ya tenga una introducción previa de ellas. Igual hay personas que sí dan testimonio de si mismas. Y no me refiero a las apariencias, sino por como se comportan o tratan a los demás, o... como hablan de los demás. Con el tiempo fui conociendo a las personas de las que me anticiparon desgracias; y resultaron se muy buenos colaboradores y muy responsable...

Día de la amistad

En todo tiempo ama el amigo, Y el hermano nace para tiempo de angustia. Proverbios 17:17 NBLA Cuando era muy joven, hacia muchos amigos, mi personalidad extrovertida me lo hacia fácil; pero mi mamá me repetía: "la sangre pesa más que el agua", tu única amiga soy yo. Eran sabias sus palabras, porque con los años, esas amiguitas fueron quedando atrás y la vida parece un cernidor de harina, va dejando solo los grumos mas gruesos en él. Un verdadero amigo, no solo esta contigo en los buenos tiempos; un amigo esta presente para darte su apoyo constantemente, sin importar las circunstancias. Tengo amigos y amigas, que han permanecido con los años, y aun hoy nos citamos un dia cualquiera para cenar, un cafe, etc. Pero también tengo amigas que pasaron a otro nivel, esas no nacieron del vientre de mi madre, sino de mis tiempos de angustia, nacieron en otro parto para convertirse en mis hermanas; tanto o más que mi familia de sangre. Por ellas, doy gracias cada día y pido al Señor que ...

Veo con claridad

Y levantando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan». Marcos 8:24 NBLA Al ciego de Betsaida, lo llevaron a Jesús; el texto no detalla si fue el quien pidió que lo acercarán a él o sus allegados tenían la fe por él de que sería sanado. Betsaida parecía ser una ciudad destinada a saber de milagros asombrosos de Jesus, cómo la alimentación de los 5 mil y cuando caminó sobre el agua, ambos milagros, ocurrieron cerca de esa ciudad. Jesús había visitado Betsaida antes de sanar al ciego en Marcos 8:22-26. De hecho, en otras ocasiones había hecho milagros allí, pero la gente no se arrepintió, razón por la cual luego la reprendió en Mateo 11:21. Esto explicaría porque Jesús saco al ciego de la aldea para sanarlo, porque posiblemente, la incredulidad de esas personas seguía siendo un problema. Llama mi atención que cuando Jesús comenzó el milagro con el ciego, el le preguntó si veía algo y el ciego respondió que veía a los hombres, pero como árboles que caminan...

Quiero ver...

Y dirigiéndose a él, Jesús le preguntó: «¿Qué deseas que haga por ti?». Y el ciego le respondió: «Raboní, que recobre la vista». Marcos 10:51 NBLA Muchos tenemos tendencia a querer estar en otro lugar o posición, pero no siempre sabemos exactamente donde queremos estar. Eso puede crear confusion al recibir algo, lo que alguien interpretó que podríamos estar deseando.  Entonces, recibimos el regalo con cierta decepción y va directo al cajón de los sueños rotos. Cuando pedimos a Dios, sabemos que él dará conforme a su voluntad y Gracia, pero debemos confiar de tal manera en él, que podamos ser lo más especificos con nuestras peticiones. Pedir sin fe, es creer que Dios puede hacer lo bueno por nosotros, pero simplemente no querría hacernos sentir plenos. Y "aceptar su voluntad" puede convertirse en un "peor es nada". ¿Crees que Jesús no sabia que Bartimeo, el ciego, no quería ver? ¿Pensarías que Bartimeo pediría a Jesús un bastón para no tropezar en el camino, porque e...

Maletas con las que no debes cargar

Jesús respondió: «Ni este pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él. Juan 9:3 NBLA ¿Cuantas veces nos han sentenciado al decirnos por nuestros hijos: -"Con ese o esa vas a pagar todas las que has hecho."? ¿A cuántos hijos los han condenado a cargar una cruz que debieron soltar sus padres; una cruz con muchísimas heridas sin sanar y que las que parece ser más fácil delegarlas que enfrentarlas? La sociedad nos advierte de la crisis de los 30s, los 40s y la menopausia, que suele se de los 50 en adelante, en la mayoría de los casos; nos dicen: los hijos son una lotería, a la vez que si el numero salio mal, somos los únicos responsables. Y si las cosas se ponen muy oscuras como la vista del ciego antes de ser poder ver, entonces los padres somos los que hemos fallado; puede darse el caso, pero me ha tocado ver y saber de cerca que las mamás que he felicitado y me incluyo como felicitada, en que hemos dado todo por nuestros hijos y par...