Estad quietos...

Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios; Exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. Salmo 46:10 NBLA

Tengo mis dos hijas y de alguna manera, con cada una, viví momentos de crisis bastante fuertes.

Con mi hija mayor, en una ocasión, sentí que Dios me decía: ella es mi hija, yo me hago cargo... , creo que ella debía tener unos 3 años entonces, y hoy es mayor de edad terminó la universidad y sigo viendo esa promesa cumplirse en la vida de mi hija, y sabes que? Dios ha suplido todo para ella sin escatimar recursos.

Cuando quedé embarazada la segunda vez, el primer desafío fue el miedo que me invadió, luego dar la cara las personas más allegadas, quienes no precisamente me felicitaron por estar encinta.  De hecho, no recuerdo a Alguien que sonriera cuando se lo comuniqué.  

Así que tuve que lidiar no solo con mi sentimiento de culpabilidad, sino también con la decepción de los demás.  Sin embargo, el día que hice la prueba, mientras me hundía en llanto, escuché en mi corazón tan claro: Tranquila, confía, que yo me hago cargo.

Muy cerca de la fecha de parto, no tenía ni un biberón y como de repente, un mes antes, no solo tuve dos babyshowers, sino que de todo tenía dos y tres artículos repetidos.  Hoy es una preadolescente con notas meritorias, talentosa al extremo y muy segura de ser una hija de Dios.

Así Dios me dijo: Keyla, que estés quieta y sabrás que yo soy Dios.

Yo solo cuento acá la experiencia con mis hijas, pero no alcanzaría este espacio ni 10 libros para contar como he sentido ese mandato a mi alma para muchas circunstancias en mi vida: quieta....

Y lo mejor de toda mi anécdota, no es que no nos haya faltado nada sino que otros lo puedan ser testigos; porque las promesas de Dios y su propósito para nosotros es que él sea exaltado, glorificado.

Y amo hablar con las personas y escucharlas decir: DIOS ha sido bueno contigo Keyla, cuánto te ama.

Escuchar a Dios, no necesariamente se trata de escucharlo audiblemente, sino de recibír en nuestro corazón esa convicción que esta alineada con su palabra.

Solo debes aprender a estar quieto y sensible a Su voz en medio del ruido del mundo.

Que Dios nos guíe y abra nuestros oidos en el Espíritu.

#meditandounpoco 

Keyla Estepan 

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