Tu testimonio importa
Amado, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios. El que hace lo malo no ha visto a Dios. 3 Juan 1:11 NBLA
En un nuevo trabajo, mi bienvenida fue algunas "notas informativas" acerca de algunos de los compañeros.
El café matutino, fue la ocasión para que alguien amablemente, me pusiera al tanto de parte de la vida personal de la jefa, su secretaria, la contadora, el mensajero, etc.
Y la persona que me instruía diligentemente, me decía: - ya sabes, no confies en esa persona. -
Yo no soy fans de la predisposición, pues he tenido experiencias muy personales al respecto. Me gusta conocer a las personas, aunque ya tenga una introducción previa de ellas.
Igual hay personas que sí dan testimonio de si mismas. Y no me refiero a las apariencias, sino por como se comportan o tratan a los demás, o... como hablan de los demás.
Con el tiempo fui conociendo a las personas de las que me anticiparon desgracias; y resultaron se muy buenos colaboradores y muy responsables.
Así que si fuera mi estilo, yo tuviera más que contar del informante que de los demás.
Juan habla de dos personajes: Diótrefes y Demetrio, ambos dan testimonio de si mismo, pero no es el mismo testimonio, aún teniendo los mismos testigos.
Juan no inventaba cosas de ellos, ambos eran de la comunidad cristiana pero daban frutos distintos. Y que curioso que quien daba el mal testimonio, Diótrefes, Juan menciona algunas acciones que nos indican que era una persona que se consideraba dd autoridad.
No era un líder nombrado por los apóstoles, pero de alguna manera había asumido control en la iglesia y lo usaba de manera indebida, actuando en contra de la verdad del evangelio. Era un líder sin carácter cristiano, más preocupado por su posición que por servir a los demás.
No es lo que quisieramos imitar ni mucho menos que nuevos creyentes encuentren en nuestra comunidad de fe.
Demetrio, sin embargo, mostraba humildad y apego a la verdad de Cristo.
Juan resume que el que hace lo malo no ha visyo a Dios, y el que hace lo bueno es de Dios.
De mi antiguo trabajo, no recuerdo acciones que me indicaran que no debía confiar en los inculpados por el informante; sin embargo, recuerdo una y otra vez el mal testimonio de esa persona al abordarme hablando mal de sus compañeros de trabajo, como lo hizo Diótrefes de los mismos hermanos en la fe.
Yo tengo un ejemplo fuera de la iglesia, Juan tiene ejemplo de cristianos del primer siglo, que si bien ya eran perseguidos, enfrentaban problemas de división y liderazgo.
Seamos imitadores de Jesús, porque estamos llamados a ser de Dios, a verlo, a dar testimonio de su verdad, de verdadera transformación, para que siendo representantes y mensajeros del evangelio, los demas quieran estar y permanecer en Él.
¿Sientes que has seguido el ejemplo equivocado? Has una pausa, siéntate y medita en como los demás te ven y te perciben, y si algo en ti dice que no estás llevando bien el mensaje de salvación, entonces busca quienes sí estan dejando buenas huellas y sigue su ejemplo.
Dios nos guie a ser portadores de buen testimonio para el mundo.
#meditandounpoco
Keyla Estepan
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