“Creada para relacionarme”



Tratar de resumir en algunos párrafos lo que fue una experiencia en gran  manera un hermoso toque de Dios, sería un atrevimiento de mi parte y de paso una tarea casi imposible.

Por esa razón me sentiría más tranquila solo compartiendo de mi experiencia e ideas que marcaron un antes y un después en las definiciones personales de “relaciones”

Los toques empezaron desde que nos recordaron de nuestro diseño, para que, por qué y para quien hemos sido creados; y estas preguntas se responden con una sola palabra: “Amor”.

El maravilloso amor de Dios nos abre el corazón para amar a los demás, nos suaviza la coraza que el temor ha levantado en nosotros; El amor siempre tendrá cabida en todos y los desengaños no son “tiempo perdido” sino experiencias que nos harán valorar más a las nuevas relaciones, sin tener que andar cuidándonos de los próximos golpes.

A medida que experimentamos el conocimiento de que tan profundamente amados somos, el sentimiento se transmitirá a los demás.  Aprendí que es mejor amar a través del amor de Dios, en lugar de a través de mi corazón.

Y como todo comienza con el “amor de Dios” y sigue con la actitud que puedo tomar en mis relaciones, el tipo de comunicación que brindo y busco; Todo implica el cómo manejar ciertas situaciones y conflictos, dando lo que quiero recibir, escuchando, dando libertad a mi prójimo de hablarme, borrar la actitud “defensiva” cuando existe algo por resolver; aprender a comprender las diferencias y a verme en el lugar de la otra persona. Viendo el perdón de Dios no solo en mí sino en los demás me compromete a perdonar y pensar siempre en “restauración” en lugar de “Separación”.

Los matrimonios musulmanes son arreglados por los padres de ambos; una de las razones que los fundamenta a seguir esta cultura es que los jóvenes entienden que “sus padres los conocen mejor que ellos mismos” y pensé, que eso es representación del amor de Dios para con sus hijos.  Puedo tener ese ideal de pareja que “quiero” para mí, pero, ¿Realmente me conozco tanto como para saber quien me amará el resto de mi vida?

¿Quién más que nuestro padre Dios, que nos conoce desde antes de la fundación del mundo?

Y el mejor consejo es esperar la herencia que tiene Dios para nosotros, no ceder al plato de lentejas como lo hizo Esaú, quien cambió su primogenitura por estar cansado y con hambre. “Nunca se esta tan sola que Dios no lo haya determinado así antes”

No podría yo decidir que alguien debe o no soportar de mi, y la palabra soportar es un paquete incluido de amar (llevar, padecer, tolerar)  “La esperanza está en Dios”

Cuando descubrimos todo esto caminando al paso de Jesús, entonces viene lo inevitable: “Bendecir a otros con esta vida de amor”, buscando fervientemente como dar amor y como recibirlo; y no en el sentido de un “trueque” sino que si antes no sabía de qué manera alguien quiere expresarme su atención, de ahora en adelante mis 5 sentidos se activaran para detectarlo, Puedo amar permitiéndome recibir amor dejando las barreras a un lado.

Una de las frases que mas llamo mi atención es que “perdemos mucho tiempo tratando de conseguir una vida extraordinaria para mañana y nos perdemos los grandiosos momentos de hoy”… Mi naturaleza me lleva a demandar más que dar en todas las relaciones, espero que los demás den el primer paso, espero que los demás estén dispuestos a aceptarme, espero que los demás tengan mucho que “darme”…

Las perspectivas cambiaron este fin de semana, Aunque se escucha algo complicado: Dar y recibir dejaron de ser antónimos y pasaron a ser sinónimos en el amor de Dios…

Dando lo que tengo y recibiendo lo que los demás me saben dar puedo conseguir “relaciones extraordinarias”…

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Vasti o Ester?

Sin conjeturas

Lo que vi en ti...