Salmo 23, Nada me faltará.

‭ El Señor es mi pastor, Nada me faltará. 

Salmo 23:1 (*te invito a leerlo completo*)


Tres temores me asechan casi todo el tiempo

1. Que me falte el sustento 

2. La oscuridad, en todas sus versiones

3. Que Dios se canse de mis caídas 


*Nada me faltará...*


Leí un chiste en estos días: "El error más grande del pobre, es cambiar 1,000 pesos". no es tan chiste; mi mamá lo decía muy seria a cada momento.


Aunque la economía ha variado tanto desde que yo era pequeña y la moneda cada vez más se devalúa, para algunos tener una papeleta de 1000 (en RD), nos da un sentimiento de "aún contamos con algo".  


Los de la muy vieja guardia aún van con cierta pena a un comercio y dicen en tono de vergüenza al pagar algo de poco valor: 

- disculpa, solo tengo 1,000 "enteros" (así decimos).


La cajera ni bien te mira y abre su registradora dispuesta a que pagues con una papeleta de 5 mil si existiera; pero a ti que pagaste 100, ya comienzas a palpitar porque solo te quedan 900, y antes de una hora, si hiciste apenas un pestañeo, te quedarán 50...


Esa adrenalina solo la entienden los mayores... ¿Seguro?


Sé que muchos, aún siendo cristianos, sentimos el temor a que las cosas se nos terminen.


Armas un presupuesto, de lo más organizado, por fin lograste llegar a ahorrar un fondo de emergencias, cubres tus pagos y... Surge una eventualidad no programada que hace que todo se descontrole.


A mi me causa incertidumbre y sí, me preocupa; no es cuestión de que no ore ni sea menos creyente, es solo mi humanidad.


Por eso soy más diligente en qué hacer cuando esos pensamientos de inseguridad me presionan.


"...destruyendo especulaciones[a] y todo razonamiento altivo[b] que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo, 2 Corintios 10:5)"


*"poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo,"* hago esto porque justamente cuando no lo hago es porque he dejado que:


- Especulaciones entren a mi mente ("se te está acabando lo que tienes", "no será suficiente lo que tienes", "abandona, que no tendrás con que pagar", etc.)

- El razonamiento"altivo" se ha apoderado de mi corazón ("Ya he agotado todo lo que sé y lo que Dios ha dispuesto no es suficiente", "Ya Dios hizo lo que quería y podía hacer por mi").  Es una manera de limitar lo que creo que Dios puede hacer.


Obedecer a Cristo es recordar que de Dios nada me faltará y venir a su palabra me lo recuerda.


Olvidar que de Dios nada me faltará, me quitará la oportunidad de descansar, y el salmo 23:2 dice que precisamente no solo que tendré lo que necesito, sino que el afán se irá, no más correr de aquí para allá, podré por fin sentarme y reposar en él.


El verso 3, me consuela al decirme que restaura mi alma; es decir que Dios sabe que yo ya me he desgastado y que mi alma necesita volver a Él y ser reparada.


¿Por qué Dios lo haría? ¿Por qué Él restauraría mi alma cuando él sabe que yo me he creído tan capaz como para dudar de Él?


Por amor a SU nombre y su nombre en si mismo implica amor, misericordia, gracia, fidelidad y todo lo que es su carácter reflejado en Él.


Nuestros temores no son malos, si los llevamos a Cristo, son necesarios para recordar que dependemos totalmente de Él, que en él nada nos falta, ni recursos, ni descanso, ni dirección.


Que Dios nos guíe.


#meditandounpoco 

Keyla Estepan

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Vasti o Ester?

Lo que vi en ti...

Espera en silencio en el Señor