Tus heridas también hablan de Cristo

No permitas que nadie menosprecie tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza. 1 Timoteo 4:12 


El apóstol Pablo exhortaba a Timoteo a no subestimar su fe y preparación en Cristo Jesús para mostrar a otros que podía enseñar y ser ejemplo a los demás, solo por ser uno de los más jóvenes discípulos.

Y es algo que repito a mis hijas cada vez que tengo oportunidad, sean ustedes de influencia positiva, que nadie asuma que por ser más jóvenes o estar en tal o cual posición, no podrían invitar a otros a hacer las cosas bien.

Mi hija menor empezó este año en el sistema escolar del estado, y no solo le dije, cuida de las amistades que logres, muestra firmeza en lo que Dios ha hecho contigo y que otros te respeten por eso y no por mostrar la misma conducta de los que provoquen al mal.

El consejo de Pablo, también podría aplicar a otros factores que pueden limitarnos a enseñar y mostrar piedad a otros: "qué tan herido estoy" "qué tanto mal he hecho en mi vida" 

¿Quién me tomará en cuenta al hablar de Dios, cuando estoy pasando por tantas pruebas?

Hablar de Dios a otros cuando las cosas marchan "bien", es sencillo (aún así no siempre lo hacemos); pero afirmar "Dios está al control", cuando ni podemos ponernos de pie, en medio del dolor y la angustia, admito es difícil, pero a la vez alentador.

*"No estoy demasiado herido para que me uses..."*

Está fue una porción de una oración que leí en mi devocional.  Me impactó e hizo eco en mi mente y corazón; pues mostrar a otros mi fe y esperanza en el Señor, cuando el mundo muestra pocas opciones para descansar, es un desafío.

¿Me quedaría callada para proclamar a Cristo en quien mi reposo está? No.

No solo a la gente que me ve desde fuera les debo testimonio de fe, sino a mis hijas, a las que con cada ayuda, cuidado, mejoría o no, les recuerdo que Dios está con nosotras.

Los consejos de Pablo a Timoteo para sustentar su espera son los mismos para mí vida (y la tuya) hoy:

Entretanto que llego, *ocúpate en la lectura de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza*. 1 Timoteo 4:13 

*No descuides el don espiritual que está en ti*, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio. 1 Timoteo 4:14

*Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza.* *Persevera en estas cosas*, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan. 1 Timoteo 4:16

Las pruebas y las cosas de este mundo son pasajeras, aunque parezcan no tener fin; solo nuestra vida en el Señor nos asegura promesas eternas y salvación.

No subestimes tus heridas, que nadie las menosprecie o las vean como un castigo o estorbo a tu fé en el Señor, mas bien muestra firmeza en quien esta puesta tu esperanza.

Dios nos guíe y fortalezca en cada oportunidad.

Keyla Estepan 

#meditandounpoco 

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