Preparemonos para lo que viene, pero en verdad...
Uno de los temas que está en el tapete es sobre posible catástrofes para nuestro país; es normal luego de ver una tragedia tan cerca de nosotros, estoy de acuerdo la opinión de que psicológica y emocionalmente Republica Dominicana quedo muy afectada luego del terremoto en Haití.
Y siento que hay mucha verdad en que estamos a la puerta de una pequeña sacudida para nuestra nación. Escucho que Dios ha dado revelaciones y sueños a tantos hermanos, cada uno por su lado, y Dios no ha cambiado su manera de actuar desde la creación hasta la fecha. Es tan misericordioso que nos advierte, que nos da voces para que nos volvamos a Él.
Algunas personas me han contado sueños, visiones y hasta yo he tenido los míos y debo confesar que lo que vi a mi me causó temor.
Pero más que repetir acerca de lo que hemos oído y ya sabemos, de que Dios hará “su voluntad” con su pueblo, descanso en la palabra de que El es lento para la ira.
… Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, Juan 2:15
“El Látigo o Azote consiste en una vara de la que sale una correa con la que se aviva o castiga a las bestias, especialmente a las caballerías. “ Estuve investigando como se hace un “azote o látigo” y existen diferentes técnicas, pero básicamente consiste en trenzar cuerdas o cuero.
No sé qué técnica uso Jesús, pero se tomó “un tiempo antes” de echar fuera a todos, dice que “hizo” el azote. Si bien sabemos que Dios ha mostrado su ira en muchos pasajes bíblicos, como la destrucción de Sodoma y Gomorra, vemos constantemente que antes advierte y envía ángeles o profeta como el caso de Jonás a Nínive y sabemos que en este último caso, todos se arrepintieron y el Señor les perdonó la vida.
Estoy aprendiendo a Descansar en las promesas de Dios para mi vida y en este último tiempo que es obvio que su venida se acerca, siento que mas que querernos causar terror a ciertas situaciones, Dios nos está llevando a recapacitar y buscar más su rostro y tener mejor relación con El.
Una de las cosas que le compartía a una hermana acerca del día del terremoto en Haití, fue donde me encontraba yo en ese momento, que pasó por mi mente al instante. Ese día estaba lejos de casa, mientras iba en el carro público, oyendo las noticias en la radio y los pasajeros comentando, me invadió la preocupación por no estar con mi familia. El Señor habló a mi alma en ese momento y me llamó a orar, entonces interrumpí el trayecto y me desvié a casa de una hermana y le dije: tenemos que orar; ella me dijo, oramos y luego debes irte a tu casa con tu hija y tu mamá.
No puedo negar que a comienzos de la oración empecé a llorar, la angustia me punzaba y lloraba y le preguntaba al señor: ¿me voy? Le insistí, dime si tengo que irme Señor a mi casa y me voy; en medio de la oración El me respondió: Yo te dije que tu hija me servirá, nada le pasará… la oración terminó y fui a mi casa con una calma impresionante.
He meditado constantemente en la pregunta ¿Qué estaré haciendo si Dios tiene la voluntad de sacudir nuestro país? Después de ese día he procurado tener mejor relación con mi hija y mi mamá, y sobretodo informarles que hacer en situaciones que se den en momentos que yo no este. Puede parecer exagerado, pero ahora cada noche cuando estoy con ella en casa, le digo: mira, si sientes que tiembla la casa, te pones aquí o allá… a mi mamá que es muy mayor le digo: te pones así o asa, y “ora”.
Sé que no está de más las instrucciones porque he aprendido, sobre todo con mi hija, a no subestimar su inteligencia y habilidades, y si le doy esa información constantemente, es casi seguro que algo quedará en su mente.
Cuando leía el verso acerca de “instruye al niño en su camino y aun cuando fuera viejo no se apartará de él” soñaba que le leería a la niña desde muy pequeña algunas porciones de la biblia (admito que en eso no he sido muy disciplinada). Si tengo claro que de leerle y hablarle lo que se de Dios y de su hijo algo queda y me lo ha demostrado cuando me habla ella de lo mismo.
Con relación a lo que nos vendrá de parte de Dios, siento, personalmente, que se ha dado mucho énfasis en la intención de Dios de destruirnos como nación y no en lo que El quiere obtener de nosotros, que según su palabra es que nos parezcamos más a Jesús. (1Tes 1:12; Fil 2:5).
Tenemos opciones, en una reflexión anterior el Señor me permitió ver la actitud de Lot, como los ángeles tuvieron que sacarlo del brazo a él y su familia (Génesis 19:16), pero también vemos la respuesta del pueblo de Nínive que se arrepintió y decidieron agradar a Dios.
Siento que es muy cierto todo lo que anuncian los profetas acerca de lo que se nos avecina, pero más que sentir terror a un desastre debemos sentir temor de Dios “desde ya”. Auto examinarnos y ver cuál es la voluntad de Dios para nosotros. Buscar en la palabra cuales son los deseos de Dios en cuanto a nuestra forma de ser: siendo mas como Jesús (Fil 2:1-11); siendo ejemplos para otros hermanos (1 Tes 1:2-10)
Tal vez diga yo a boca llena hoy que si pasa algo yo me mantendría calmada, pero solo en un momento determinado sabré si saldré como loca gritando incoherencias y brincando de un lado a otro sin rumbo fijo; pero algo si me dio mucha paz aquel día de una tragedia que nos invadió indirectamente; respondí a un mandato del Espíritu Santo y no corrí tras mi ansiedad, aun sin tomar en cuenta que humanamente no podría llegar tan rápido a mi hogar dada la distancia que estaba.
Quiero tener paz el día que Dios decida hacer su voluntad en mi nación, le estoy pidiendo al señor que nos llene de sobriedad, pero que mientras tanto antes de llegar tal día yo haya hecho todo conforme a su voluntad y que en estos días mi corazón lo busque sincero y sin miedos mas bien con gozo y confiada que sea cual sea mi fin aquí en la tierra, será un comienzo de Vida Eterna junto a Él.
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