Mar adentro Otra vez!

Lucas 5:4-6
4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.


Esto está justo en el punto en el que me puedo encontrar en cualquier momento!!!

Si el señor nos pone una idea nueva para emprender un "nuevo proyecto" lo pensamos doscientas veces, nos invade el temor, ese de incursionar en algo "desconocido" para nosotros es bastante difícil. No es cosa tan sencilla confiar en Dios, no tanto como se escucha...

Pero mas difícil es cuando el señor te dice: "vuelve a hacer tal cosa" sobretodo algo con lo que anteriormente has fallado.

En una ocasión hablamos en una clase acerca de este pasaje y marcábamos como Pedro le responde a Jesús: ya lo habíamos hecho! Pero al instante le dice: porque tu lo dices lo hare…

como cristianos tenemos un antes y después de conocer al señor; las actividades de la vida diaria suelen ser las misma para los no creyentes y los creyentes, la diferencia: en nombre de quien y para quien lo hacemos; estudiar, trabajar, casarse, tener hijos y educarlos, armar un negocio, invertir, viajar, socializar… todo esto son actividades en común para todos.

Para Pedro fue igual, pescar era su oficio y de hecho como experto en el área tenía ya toda la noche con una pesca fracasada y debía estar físicamente agotado y ansioso por ir a descansar, la primera actitud de Pedro era normal: Ah Señor, no hubo peces toda la noche, mira que sé de esto, a esta hora ya no se consigue nada, pero mira para que te convenzas tu mismo, vamos otra vez si quieres…

¿Has fracasado en algo antes? Creo que todos aunque sea en algo que pareciera insignificante hemos experimentado una falla: nos fue mal en el examen, en el trabajo no hicieron caso a mi propuesta, el esposo no resultó ser tan amoroso, los hijos me han salido un desorden, la inversión en ese negocio fue una perdida, el viaje fue un caos, esas personas son algo desagradable, no vuelvo a ese lugar…

Un consejo cómodo seria: no pases por el mismo sitio, si ya invertiste en eso y no resulto, busca “otra opción”… y cuando escuchas esa voz que te dice: vuelve a intentarlo...

Los estudios para mi hasta el bachillerato fueron un éxito, después en la universidad nada que ver, un par de intentos fallidos y mis 30 me arroparon; en la iglesia ya hasta me parecía tedioso lo mismo y lo mismo y no sentir la presencia del espíritu, pensaba que esto de escuchar la voz de Dios no iba en mi paquete.

Un día el señor como a Pedro me dice: vuelve mar a dentro y echa las redes… vuelve a la iglesia y escucha mi voz, vuelve a la universidad…

-Pero Señor- le dije, ya eso lo he hecho y en la iglesia como que no encajo ya y la universidad ¿Ya no está algo tarde para eso?

Les cuento que estoy en la barca montada y con la red en el agua y les puedo asegurar que estoy en la parte de ver como se está llenando la red! V.6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

Madres soltera, matrimonios separados, trabajos que no nos salieron bien… El señor nos puede decir hoy: “vuelve a entrar en el mar, echa la red”

Como dije antes, las rutinas de la vida diaria son prácticamente las misma para todos, lo que hizo la diferencia en la pesca de Pedro es que estuvo “toda la noche” pescando con “su propio conocimiento”, la siguiente entrada fue con Jesús en la barca…

CITO: Autor, Paula Andrea

*** Así como Simón quizás hayamos estado en situaciones iguales y tememos volver a intentar nuestros planes por temor a fracasar otra vez. Pero Dios nos pide que actuemos conforme a este pescador que aún en su pesimismo tuvo un momento de lucidez y obedeció a Jesús echando la red de nuevo para esta vez, ser un triunfador. Es decir que creyó en Dios y se arriesgó mar adentro, esta vez con la actitud del vencedor.
Esfuérzate así mismo y atrévete a salir de ese estado de letargo y parsimonia, de autocompasión y quejas, de reclamos y amargura. Y regresa al lugar donde fracasaste porque esta vez así como Simón encerró gran cantidad de peces y su red se rompía, así mismo tu alcanzaras la victoria, porque Dios te respalda y te dice -"Boga mar adentro, yo que te digo, hazlo"-.

Libérate de la condición que te ata al fracaso, rodéate de quienes compartan tus propósitos y no de quienes te alejan de la voluntad de Dios llevándote consigo a su vida vacía y sin sentido. Boga mar adentro y allí encontraras hasta más de lo que esperabas. Y, no te dejes contagiar de pesimismo pues tú naciste para ser un vencedor.
No olvides la fórmula para vencer al fracaso:

1)
Creerle a Dios.
2) Esfuerzo, para alcanzar las metas sin que nada ni nadie sea una piedra de tropiezo porque en Cristo somos más que vencedores. Tu a diligenciar que del resto se encarga el creador y dueño hasta de la silla en que estas sentado. Métele ganas y te va a ir bien, métele ánimo y lo que ayer fue un fracaso hoy será un triunfo

3) Obediencia: cosa difícil pero segura.

4) Constancia: Es fuerte la expresión pero Dios no trabaja con fracasados... le gusta los que le meten fe, ganas y decisión. Que si no es por el lado que tú querías será por otro pero en vergüenza jamás te dejará caer.
No es fácil después de mucho esforzarse continuar con las manos vacías, es normal sentirse mal porque las cosas no salen como lo esperabas, pero no temas porque Dios es un Dios justo que conoce tu corazón, y que sabe lo que vas a decir aún antes de que tu lo digas. Tu necesidad será suplida. Sigue esa palabra y boga mar adentro porque:

"Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a sus propósitos son llamados" (Romanos 8, 28)


Mil bendiciones...

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Vasti o Ester?

Lo que vi en ti...

Espera en silencio en el Señor