¿Me quedo por Jesús?

*Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Mateo 5:14*

Hay una anécdota que hemos escuchado:
La del grupo de Cristianos que fueron amenazados con ser asesinados si confesaban su fe en Jesús.  Les dieron la oportunidad de irse vivos del lugar si negaban en quien creían.  Cuentan que quedaron 3 cristianos que prefirieron "vivir" para Cristo y a estos los dejaron con vida, literalmente.
¡Fue un gran susto de prueba!

Si nos preguntan después de oír esa historia, si fuéramos de los que se quedaran o se irían, algunos "valientemente" responderán que se quedan; otros serán honestos y admitirán que serían los primeros en salir de la sala.

Yo voy a responder por mi, mi experiencia, lo que he perdido y lo que he ganado... Yo me quedó a esperar que disparen.   Dice Angela Thomas, en su libro "Mi vida como madre Soltera",  "el que no tiene nada que perder, no tiene miedo de perder algo" (parafraseando).

Ahora bien, medité un poco más y sé que aún en nuestro tiempo hay persecución a cristianos, literalmente.  Pero estoy casi segura que hay más posibilidad de defender mi fe en Jesús ante una pistola que ante la presión social que vivimos hoy.

¿Por qué? Pues si me disparan para matarme después de decir "Creo en Cristo", tendré la esperanza de Esteban que dijo:
«Veo el cielo abierto. Y veo también a Jesús, el Hijo del hombre, de pie en el lugar de honor.» (Hechos 7:56)

Pero en el mismo libro de Hechos dónde Esteban murio "en Paz" vemos a Saulo que "lo vió morir y le pareció bien" (8.1)

Así que, decir NO a la presión social y a todo lo que va en contra de la voluntad de Dios, te deja vivo y lidiando con tu desición ante todos, como Pablo, que al final sí murió por lo que primero negó.  Por eso, decir SÍ a Cristo sin un arma apuntándote, es mas fácil.

Estamos llamados a ser sal y luz del mundo, a ser la diferencia, a defender la santidad de Dios, a llevar el evangelio y procurar que prevalezca en medio de tanto caos social.

Estamos siendo aún desafiados a velar por el necesitado, a llevar el pan, el vestido, el techo y la verdad de Cristo dónde otros no tienen alcance.

A preservar, como la sal, el Reino de Dios en medio nuestro.

Porque Jesús no le pidió al padre que nos quitara del mundo, sino a que nos cuidara del mal (Juan 17:15).  Esto mientras hacemos el bien para el que fuimos llamados.

*De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.*
Mateo 5:16

#meditandounpoco
Keyla Estepan

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