La importancia de la compañía

Entonces Jesús llegó* con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a Sus discípulos: «Siéntense aquí mientras Yo voy allá y oro». Mateo 26:36 NBLA‬

He tenido la costumbre de hacer casi todas mis diligencias de salud sola; he ido hasta a emergencias sin acompañante, no por no querer compañía, sino porque he asumido que los demás pueden serme más funcionales desde otras posiciones.

También puede agregarse un sentimiento de autosuficiencia y fortaleza que me dice, puedes con esto y más, en fin, lo he hecho por "ignorancia" a lo que implica resolver estos temas sin compañía.

Estos últimos meses, mi salud se ha afectado considerablemente; aunque muchas cosas insistí en hacerlas por mi cuenta, el tema no pintaba muy alentador y otros lo notaron, pero yo no.

Debí notarlo el día que una de mis amigas, decidió acompañarme a un estudio, apartando tiempo de su día de trabajo.  Yo solo pensaba que ella estaba dejando de cumplir con sus cosas, que eran, según yo, más importantes; ella sí sabía qué era prioridad en ese momento.

Otro día en otro estudio, mi hija mayor me acompañó, y la llevé porque el centro me exigía el acompañante.  Al despertar de la anestesia, ella estaba a mi lado y me puso al tanto de que tuvo que firmar para aprobar un procedimiento, del que obvio por yo estar dormida, ni me di por enterada y era vital hacerlo.

Cuando Jesús va camino a Getsemaní, es su última semana y sabía que se acercaba el momento de angustia para cumplimiento de su propósito.

Hubiera ido solo, pero llevo con él a Pedro, Jacobo y a Juan; les dijo que tan afligido estaba y les pidió que velarán mientras él oraba.

En tres ocasiones Jesús volvió a ellos y los encontraba durmiendo, pero nunca les dijo: - váyanse, porque total, ustedes no resuelven nada aquí; mas bien les insistió que velaran.

Estuve ingresada en la clínica y mi hija mayor estuvo conmigo, pero, mientras yo estaba despierta desde las 5 am, ella despertaba pasadas las 8 am. Obvio si pasaba algo yo la despertaría, pero no me sentía sola.

Alguien me dijo: hermana, tu salud es frágil...

Por primera vez, ese adjetivo lo escuché y me puso a pensar.

No soy débil, pero ya no soy la Keyla de 20 años; y no no soy una cuarentona fitness, así que me estoy haciendo mayor sin toda esa masa muscular que tanto trabajé siendo mucho más joven.

Jesús dió importancia a estar acompañado, y era Dios hecho hombre, podía hacer sólo, todo lo que hizo con los 12 discípulos en 3 años, pero prefirió la compañía.

Jesús en su humanidad muestra que tan valioso es el apoyo en momentos de extrema presión.

Yo doy gracias por los que me han acompañado a pesar de yo no pedírselo, los que se han acercado con su ofrenda si yo expresar que la he necesitado.

Gracias a Dios que nos enseña que las circunstancias difíciles en compañía, tienen un reloj que anda más rápido y un calmante mas poderoso que cualquier pastilla para la ansiedad.

Dios nos guíe a ser de esos acompañantes.

#meditandounpoco 

Keyla Estepan

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Vasti o Ester?

Sin conjeturas

Lo que vi en ti...