Tiempo para despedirse

Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Mateo 28:19

*Tiempo para despedirse*

Cuando mis padres fallecieron, en tiempos distintos; puedo decir que de ambos Dios me regaló el privilegio de despedirme.

De mi papá, pude escuchar de su boca, que sabía que Dios lo había perdonado y cantaba con júbilo un himno "Cuando allá se pase lista, a mi nombre yo feliz responderé..."

A mí mamá, luego de batallar con la salud, confesó con su boca que aceptó a Jesús como único salvador; tuve el privilegio de tenerla en mi casa el último día y susurrarle al oído: - mami, ya estás en la Sánchez (su antigua casa, donde crecí y aún vivo), suspiró y fue su adiós, en paz.

De ambos, no me quedé con preguntas ni rencores, pienso que cada cual viene al mundo con sus propósitos y Dios les permite partir cuando ya han cumplido los suyos.

Talvez por eso, mi actitud ante las partidas, no trasciende del momento de consolar a sus familiares, y en mi caso, recibí mucha paz y consuelo del Espíritu Santo y mucho acompañamiento de mis hermanos en Cristo.

Las personas que tienen perdidas de seres queridos, no solo traen los buenos recuerdos de sus difuntos, sino que aprovechan parar traer al presente todas las preguntas que lamentablemente solo el que se fue, tuvo las respuestas.  

Comienza una pasarela de los "si hubiera" o "me hubiera gustado decirle tal cosa y no pude..." Y eso, si lo sigues esperando, lamento decirte, que tampoco en el cielo irás tras esas respuestas, porque en la resurrección, los que hemos creído, estaremos muy ocupados alabando y adorando a Dios en su majestad.

Jesús se tomó 40 días para ascender luego de su resurrección, al menos unas 10 apariciones a sus discípulos para dejar enseñanzas de esperanza, fortalecer la fé de sus discípulos, decirles que no estarían solos, sino que el gran consolador estaría con ellos (Hechos 1:8) y dejarles el mandato de la gran comisión.

Es decir, que el único hombre que tuvo el poder de sellar su propósito e instruir su encomienda antes de irse al padre, fue Jesús, y esto porque es Dios mismo.

El hizo el tiempo para despedirse de los suyos.

No importa que tus seres queridos te hayan hecho una carta de despedida, que hayan firmado o no un testamento con su última voluntad, incluso qué hayas estado al lado de su lecho al morir, siempre serán despedida, humanamente, inconclusas.

La única despedida segura que tenemos es la de Jesús al morir cuando dijo: "Todo está cumplido." (Juan 19:30) Y cuando dijo antes de ascender: 

<<Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.>>

Y esta es la mejor despedida que podrás dejar a los tuyos, más que una carta o una herencia.

Que Dios nos guíe,
#meditandounpoco 
Keyla Estepan

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