Velando, con fe.


Perseveren en la oración, *velando* en ella con acción de gracias. Colosenses 4:2 NBLA‬


Velando...Con fe.


En la primera meditación, hablamos de perseverar en la oración, y les comenté que yo acostumbraba a orar "sin expectativas".


Soy escritora desde muy temprana edad, así que tengo tendencia de hablar en mi mente conmigo o como si alguien me estuviera prestando atención.


Me he sentado a tomar café en casa como hablando con Jesús.  Literalmente, servirle una tacita y así conversaba, de lo que había leído, de lo que me sucedía, no siento que fuera locura, es mi modo de estar a solas con  ese amigo y padre que es el Señor para mí.


Por mucho tiempo, fue una conversación de desahogo, nunca tenía expectativas de respuestas, sabía que me escuchaba, pero igual estaba yo segura que yo no escucharía a alguien hablar.


Me acostumbré a no presentarle mis necesidades, talvez porque solo era una conversación unilateral, y porque por alguna razón, no veía motivos como para que Dios quisiera que yo tuviera ciertas cosas; me límité al "no merezco" sin dar chance a la Gracia.


"grēgoreō" en Colosenses 4:2 implica estar constantemente atento y consciente en nuestra relación con Dios, manteniéndonos despiertos espiritualmente mediante la fe y la oración. Es como estar alerta y consciente en nuestra conexión con Él.


Leí lo siguiente:

"Vivir la vida esperando el peor resultado, es como vivir en una jaula, sin libertad. Sarah J. Roberts"


Yo creía que era libre, pero no abrazaba esa libertad, vivía en una jaula con las puertas abiertas, asumiendo que las cosas bonitas solo suceden a un grupo de personas, así que era más seguro estar dentro de la jaula.


Si soy perseverante al orar y logro mantenerme despierta, pero no creo que Dios está ahí; si oro como cuando me habló al espejo, pensando que estoy siempre "sola", entonces no estoy tan alerta como para creer que existe comunion entre Dios y yo.


Pedir a Dios algo, sin tener esperanza de que el puede hacerlo, es una oración al vacío.


Estar atento y consciente en nuestra relación con Dios significa hablar con Él, aprender de lo que nos dice en la Biblia, tratar de hacer lo que nos pide y estar listos para escucharlo en todo momento. Es como mantener una buena comunicación con un amigo cercano.


Sí me funciona sentarme con el café, pero este momento debe tener expectativas, fe, atención y un momento de silencio que me permita escuchar que él sí me habla y que tiene en sus planes buenas cosas para mí, por qué esa es una promesa de Él.


Ora, se perseverante en hacerlo, que sea un hábito inherente de tu ser, pero que también lo sea el saber que Dios sí te escucha, y que el Espíritu Santo moldeará esas peticiones para lo que Dios te dé sea mucho mejor que lo que has pedido hoy.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Vasti o Ester?

Sin conjeturas

Lo que vi en ti...