Perseverando en oración

*Perseveren en la oración*, velando en ella con acción de gracias. Colosenses 4:2 NBLA‬

Antes solía ver la oración como un ministerio exclusivo de "intersección", era como si solo un grupo de personas tuvieran acceso para hablar con Dios y escucharlo.  
Aparte que debía ser en un lugar exclusivo, al que había que correr cada semana, en horas determinadas.

Entonces, cuando yo oraba, era como si yo hablara al vacío, sin expectativas. Me encontraba hablando sola, como una persona sin juicio.

Otra de mis debilidades, era orar por algo y luego dejarlo en la bandeja de entrada, hasta que algun angel secretario, le pasara mi petición a Dios; dos días orando y al tercer día, había otra necesidad mayor, así que: 

- "Dios, puedes dejar la otra para después, este asunto tiene prioridad..."

Dos temas importantes que aprendí con la ayuda de Dios: perseverar y velar.

El apóstol Pablo dice: perseveren en la oración. La palabra griega
"προσκαρτερέω" (proskarteréō), según el diccionario Strong, significa "perseverar", "ser constante", o "dedicarse fervientemente a algo". Es un verbo que denota la acción de persistir con firmeza en una actividad, especialmente en la oración o en la práctica de una virtud.

Es decir que orar no debe ser una acción exclusiva de un momento de la semana o de un día para un creyente, orar es un hábito que debe estar a la par de nuestra agenda, con cada paso, cada acción, cada decisión.

Solo piensa que pasaría si luego de agotar tu momento de oración en la mañana, se te presenta una situación X, ¿Esperarías a la siguiente jornada de oración para pedir dirección a Dios? Posiblemente sí esa situación es delicada, necesitarás hacer una oración justo en ese instante o podrías tomar una decisión equivocada.

Jesús se apartaba para hablar con su padre, esos momentos a solas y dedicados exclusivamente al Señor, son vitales en nuestro andar de fe. Esas maravillosas reuniones semanales, en las que se unen hermanos, solo para orar por todas las peticiones en comunidad, son importantes, nos une como iglesia.

Pero aparte de esos momentos necesarios solo con Dios, tienes todo el día para ir contándole tus cosas, buenas y no tan buenas. Dándole gracias por los detalles, presentándole cada trivialidad de tu rutina diaria, las decisiones del trabajo, con tus hijos, los hermanos que se acercan para que ores por ellos.

Por mi mala memoria, mi mamá me decía: 
- cómo se te olvidan las cosas, cuando te acuerdes, hazlo en ese momento...

Si me pides que ore por ti, lo anotaré en una lista para los motivos de oración de la semana; pero justo en el momento que me pidas oración, cierre mis ojos o no, pediré a Dios por ti.

Que la oración sea nuestro pan diario, de tal manera, que no se pueda separar de nuestra agenda.

Dios te guíe cada día.

#meditandounpoco 
Keyla Estepan 

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