Cuando Dios se aleja...

Uno de los mensajes más impactantes seguro no solo para mí, fue el que escuché ayer en mi iglesia, centrándose en la vida de la Madre Teresa de Calcuta.

Ya yo no diría nada nuevo acerca de ella ni de la manera en que el Señor se glorificó a través de su ministerio; pero no podría quedarme callada y no contar lo que sigue haciendo Dios a través de “la vida que ella vivió para el” y el impacto que sigue teniendo en nuestras vidas…

Precisamente he tenido conversaciones con Dios acerca del tema de “no sentirlo” en ciertos momentos. Hay días que me levanto y con solo ver un arcoíris me invade una alegría inexplicable porque me recuerda el pacto de Dios conmigo; los días que el Señor se derrama en mi con la escritura y me siento a leer todo lo que me ha dicho, me siento honradísima de el y me invade un cosquilleo que no tiene explicación.

Pero hay días que llega la hora del devocional, me siento a orar, leo un pasaje de la biblia, lo medito y…. me dice NADA! Entonces siento un día “común y corriente”

Me preguntaba mi novio, admirado por las reflexiones que le llevo cada día, cuanto tiempo me tomaba escribir una de ellas; le respondí que no todas se hacían el un tiempo preciso, pero que si había notado algo: unas fluyen en breve tiempo, tal ves 30 minutos o 1 hora, puedo pasar una mañana completa o un día yendo y viniendo de la PC, pues estoy en el trabajo, a veces me siento en un café o en un parque con mi libreta y solo comienzo a escribir y van las paginas y termino en poco tiempo… esas no he predispuesto tema alguno y simplemente el Señor los trae…

Otras reflexiones las empiezo yo, con algún tema que simplemente este viviendo en el momento, confieso que esas regularmente comienzan con algún sentimiento de “resentimiento” o que se yo, simplemente me da con un tema… esas comienzan un día y muy probable que pasen varios días para concluirlos o no se concluyen y quedan en el aire en mi PC… Esos “los traigo yo”

Esos días en que me enfoco en un tema y no veo que fluya, por más que busco temas en la biblia, otros comentarios y reflexiones…NO ME SALE NADA… Es muy posible que pase a sentirme algo frustrada porque no me siento “conectada” con Dios.

Días que voy al servicio en la iglesia en que fácilmente me paro en el momento de las canciones y me sale aplaudir y cantar, sin importar el oído de mi pareja que siempre esta a mi lado; y otros en que por mas “brincando!!!” que digan, ni me muevo del asiento…

En serio que cuando me senté a orar ayer y no es la primera vez que le digo esto a Dios, le decía: “Señor, tu sabes que no quiero estar lejos de ti, ¿Dónde estas? ¿Por qué no siento tu presencia hoy? ¿Por qué no puedo sentir que me estas escuchando? ¿Lo malo que he hecho, me alejó de ti?

Entonces eso fué en la tarde y en la noche escucho el mensaje y lo que vivió la madre Teresa. "El vacío interior de Madre Teresa es muy conocido en el cristianismo"Por su fe, conocía que la presencia de Dios en su vida era indudable, pero su sensibilidad percibía lo contrario. A veces su sufrimiento era tan grande, que ella lo comparaba con el de los condenados al infierno: “En mi alma siento ese terrible dolor de la pérdida, que Dios no me quiere, que Dios no es Dios, que Dios no existe realmente”.

He llegado incluso a hacer oraciones “reprendiendo” pensamientos que han llegado a mi, donde pongo en duda “todo esto”, veo la gente morir y me da curiosidad de saber si realmente toda la promesa es cierta; y luego me he sentido muy avergonzada con Dios por siquiera darle cabida a las dudas…
Se que hay millones de personas en el mundo igual que yo con mil y una duda acerca de la presencia de Dios, aun esta sierva viviendo como lo hacia para Dios, sintió que El no estaba con ella… Sin embargo, más allá de estas sensaciones, ella siguió caminando a la luz de la fe. 

En su entorno, nadie percibió ni llegó a suponer su calvario interior, siendo así que esta prueba duró hasta la misma hora de su muerte. Permaneció fiel en todo momento a su vida de oración y a todas las exigencias de la vida religiosa. Y, sobre todo, no dejó de esperar en el Señor.

Cuando pasan esos días en que “no veo” las respuestas, no es que Dios no me las este dando, es que tengo velo de la inseguridad en los ojos y no puedo ver…

El tiempo que el usa para que yo escriba y los temas que trae, son “su trabajo” yo solo hago lo que El me dice que haga, y cuando me enfoco en un tema porque creo que “yo daré” solución o respuesta a través de las reflexiones, el me recuerda: “no se trata de ti, se trata de mi”…

Le dije a una hermana un día, que había hecho el curso para saber lo de mis dones espirituales y en ese entonces cuando vi los resultados no me sentí muy cómoda. Inmediatamente me invadió la inseguridad y me decía: muy bonitos dones, ¿me servirán? ¿En que ministerio los usaré, en luces, en decoración, en música? Yo no canto, y hablar en publico, solo si es en grupo y no creo que yo subiría un día a escenario; hablo fuertísimo cuando estoy compartiendo, pero no se porque en publico me baja el tono de voz;

Recuerdo que ya hace años escribía reflexiones de la biblia muy cortas en mi diario y las compartía con mis amigos más cercanos, y me sentía súper orgullosa cuando alababan mis escritos… me decía a mi misma: Siempre he sido escritora! Llegaré lejos: Pero resulta que todo eso simplemente, paró. Por muchos años no supe más de escribir nada para Dios.

Hace muy poco, El Señor me hizo escribir una vez más, y no reflexiones tan cortas como las de antes, lógico que esta vez no me estaba gloriando yo, ya entendí que Dios es quien decide escribir a través de mí. Pero también vino la duda: ¿para que o para quien estoy escribiendo? Particularmente no me interesa subir a un púlpito a predicar, no es mi fuerte, ¿Quién leerá esto? Hay mucha gente en la iglesia que tengo acceso a enviar lo que escribo, ¿les parecerá bien?

Empecé enviándolo solo a una hermana, sentía que necesitaba “aprobación” de alguien más instruido, sentía temor de escribir algo que tergiversara la palabra de Dios. Luego decidí imprimirlos para leerlos tranquila y la cosa paró en que mi pareja (que no leía absolutamente nada) los espera con ansias y me dice que le han servido de mucha edificación en su vida… Un día decidí agregar más contactos en mi correo electrónico para enviarlos y hace un par de días encontré un portal cristiano donde envié uno y luego de revisarlos me han aprobado que siga enviando…

Los dones espirituales que Dios me reveló en aquel momento, me parecieron algo “no muy útil” para la obra, hoy se que por lo menos una persona se ha alimentado de ellos…


“Sólo soy un instrumento, un pequeño lápiz en las manos del Señor. Aún Dios me muestra su humildad utilizando instrumentos tan débiles e imperfectos como nosotros.
Nada es demasiado insignificante. Somos tan pequeños que miramos todo desde una óptica de pequeñez. Pero el Señor, siendo todopoderoso, ve hasta lo más pequeño como grande.”
Madre Teresa de Calcuta.

Dentro de un momento de rabia le reclamaba al Señor muchas cosas, dentro de ellas “su indiferencia” y mientras iba yo en pleitos El me decía lo importante que soy para el y la gran misión que el tiene que revelarme cuando sea el momento justo, que mientras disfrute de mi amistad con El y que El espera que cuando me haga ese “llamado” yo este disponible “al instante”

Hay personas que piensan que lo que hace diferente a las personas que han llamado “santos” es tal vez la túnica, los votos, los ritos, ser lideres, o un sin numero de requisitos que creemos necesarios, alguien me preguntó y le dije que lo que hace diferente a esas personas es “consagrarse a Dios” en cuerpo y alma; personas que dejan lo que tienen, reconociendo que solo Dios provee; personas que trabajan para Dios, sin importar recibir un salario 4 veces menos al que pudieran estar recibiendo, o nada; personas que sirven y ayudan a los desvalidos y ver pueden ensuciar su ropa a la vez que limpian un alma…

Mateo 8:8
8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.

“Señor, eres grande en misericordia, como dice tu palabra: “no soy digna de ser tu amiga y servirte”
Que me respondas de una manera tan precisa a todas esas preguntas y dudas y que me dejes ver que no soy la única en esa posición me da consuelo porque veo la grandeza que has hecho a través de personas que tomaron la difícil decisión de “solo servirte a ti”
Enséñame Señor a trabajar solo para ti, donde quiera que tu quieras que este, que mi trabajo sea siempre como si tu fueras ese supervisor que esta pendiente de mi horario…
Enséñame a Servirte aun no te pueda sentir como quisiera yo, y reconocer que nunca te apartas de mí, que el corazón de lo que me has encomendado no esta en mí, sino en ti…
Gracias señor por que me haces “útil” en tu obra y que nos dejas ver que siempre tenemos oportunidad para servirte…

En nombre de Jesús,
Amen

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