¿Un trabajo bien hecho?

¿Cómo saber cuál es mi trabajo para Dios?

Si fuera a resumir todas mis dudas y preocupaciones con respecto a eso lo resumiría de la manera más fácil, tal vez la más cómoda y sumamente “efectiva” pero confieso que la menos paciente para mi: ORACIÓN…

Definitivamente orando el Señor responderá a la tan común petición: Señor, úsame donde TÚ quieras…
Pero seguramente cuando llegamos a la fe, no calculamos el precio; Pablo dice que el da “todo” por perdido, no se refiere solamente a dejar su trabajo para servir a Dios, habla de “su vida” y lo que aprendió y bajo la ley que él fue instruido… filipenses 3:8

Creo que casi todo ser humano que se haya empleado alguna vez y me atrevería a decir los que no también, hemos estado en cierta situación en la que es mas fácil pedirle a Dios no solo paciencia, sino que nos quite la perforadora de papel para no terminar hiriendo a un compañero o al jefe.

Contaba una hermana que no tenía conocimiento de que existiera lugar más “desastrozo” que su lugar de trabajo, y eso la mantenía más cerca de Dios, no porque ella orara cada día pidiendo paciencia y misericordia para con los de su trabajo sino que oraba fervientemente para que “el señor la librara de esa cruz”…

“No creo que un lugar así sea el adecuado para mi crecimiento espiritual, 

“no tengo tiempo para orar”, “llego temprano para hacer mi devocional y ya me están poniendo papeles en el escritorio”, 
“ni siquiera en la hora de almuerzo puedo leer un pasaje de la biblia”, 
*pegué un versículo bíblico en el monitor de la computadora y alguien lo arrancó…”

Todas esas afirmaciones me son tan familiares: estuve en un lugar de trabajo por 3 años y no creo que pasara más de dos días sin que saliera una queja o reclamo a mi boca, pasaba un domingo con un culto precioso del que salía llena del gozo de Dios y el lunes en la mañana mi gran sonrisa se borraba…

Fué curioso porque cuando comencé en ese lugar, el señor me invitó a salir de ahí, pero estaba “tan cómoda” que negocié esa invitación tan directa de Dios y ahí me quedé…

Anoche en la reunión mientras compartíamos acerca de si quiero una casa, para quien o para que la quiero, de mi trabajo para quien es… me pregunté: Que hice en aquella compañía? Y vi rápidamente todos los momentos en que tuve oportunidad de compartir la palabra de Dios y no lo hice… hoy en día si le preguntan a mis antiguos jefes y compañeros de trabajo si hace alguien alusión a que soy cristiana, ellos serían los primeros en negar tal cuestión… ES VERGONZOSO, NO?

El diario vivir no es nada fácil, no solo es en las áreas de trabajo donde somos llamados a ser luz. Cuando Pablo dice que da todo lo que tenia por basura, es porque el entendió cual era su propósito y misión para con el Señor, no creo que el haya pensado así al mismo tiempo que Jesús le quito la vista, el estaba haciendo su trabajo (perseguir a cristianos), para el esa era una labor importante y luego que el entendió la gracia que había recibido, entonces vio que su “trabajo de prestigio” no era nada comparado con el encargo que Dios le había dado…


Que responderemos cuando el Señor nos pregunte: que hiciste en aquel lugar donde te ubiqué? a quien le hablaste de mi? Fuiste ejemplo de mí? Hiciste lo que yo hubiera hecho?


Hoy cuento con haberlo hecho mal en aquella compañía, y justo ayer el Señor abrió mis ojos y me hizo ver que estoy a tiempo de no pasar por alto esta oportunidad de hablar de el…

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