Dios en mi angustia

Aunque digo: «Me encuentro muy afligido», sigo creyendo en Dios.
Salmos 116:10

En el verso siguiente a este, David, en su desesperación, les dice "mentirosos" a todos (v.11), y ese  "a todos" es casi seguro que incluye a Dios.

Y usted y yo sabemos que no es cosa rara que en momentos difíciles, no solo estemos enojados con Dios, sino que lleguemos a pensar que todo es una mentira.  Si soy la única que ha pasado, después de David, por ese pensamiento, entonces lo estoy confesando.

Yo me pongo molestosa con Dios, cuestionandolo, le lloro mis dudas, le digo que no creo que en sus promesas yo no estoy incluida y mi mente inventa un panorama aterrador lejos de creer la verdad de Dios.

Entonces, mi percepción de la situación que yo esté viviendo, se agrava, y es lo normal, porque mis temores mal infundados, están alejando mi mente de la única solución a mis angustias: Dios.

¿Cuál es la reacción de Dios a nuestra rabieta? Nos escucha, nos deja gritar y nos pone atención.   El no toma acción de castigarnos por hablarle mal y gritar que dudamos de Él.   Nos ama, tiene la solución correcta a lo que le pedimos, tiene la salida, SU salida a nuestra aflicción.

Mi voz no le es molestosa a Él, aunque yo le diga tantas cosas, porque Él sabe que aunque yo este muy afligida, en mi corazón, no puedo dejar de creer que Él está conmigo.

Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante.
Salmos 116:1

#meditandounpoco

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Vasti o Ester?

Sin conjeturas

Lo que vi en ti...