de huesos secos

Yo profeticé, tal como el Señor me lo había ordenado, y el aliento de vida entró en ellos; entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie. Ezequiel 37:10

Estuve de viaje unos 10 días, tome "medidas" para que mis plantas no se secaran; un sistema de goteo, bien elaborado, para las macetas.

Al llegar, todas las plantas estaban casi secas, aun con la prevención del agua.

Inmediatamente comencé a echar agua a mis plantas, algunas se recuperaron. Tristemente, la de menta, mi favorita, estaba peor y ... continúa seca.

Continúa seca, Y le sigo echando agua!!!

Voy, le hablo a las plantas, les digo: que lindas que estan! Y también le he estado hablando a la de menta, y sigue seca... aun un mes después.

Dios tiene la capacidad de levantar huesos secos (Ezequiel 37), yo no.  Por más que le dije a la menta: tú también te volverás a poner verdecita, hasta los tallos están totalmente secos.

No se trata de cuanta agua yo le eche a la planta, posiblemente tampoco la tierra donde está ni la luz que está recibiendo, pues hay otras en la misma maceta que hasta más frondosas que antes estan.

Se trata de la disposición de esas raíces para volver a ser nutridas.

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