Las mismas 24 horas

Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. Salmo 139:3

Con lo rápida que va la vida, como se nos van los días, que apenas amanece y  al rato nos estamos despidiendo de nuestros compañeros de trabajo al final de la jornada.  Deberiamos tomar más en serio mirarnos, hablarnos, conocernos, tratar de no perdernos los pequeños detalles a los que les caminamos al lado.

Los niños no crecen más rápido y los adultos no envejecen menos lento y como dice una canción “todo tiene su hora”: son las mismas 24, la verdad es que hemos apurado muchísimo el paso y de verdad ya nos creímos la ilusión de que “el tiempo no alcanza”.

Decimos sí, sí, sí a todas las tareas posibles, la agenda dice en una página 6 am hasta las 11 pm y llenamos la siguiente página como si fuera la continuación.

Tengo treinta y tantos años y ver una foto de mi cuando tenía la edad de mi hija menor, me hizo nostalgizar un poco (acabo de inventar un verbo que hace llorar), recuerdo mi primera barbie, mi primera bicicleta y hasta de mi hermano mayor enseñándome a montarla.

Algunas personas que han hablado conmigo se han dado cuenta que pudiera escribir un libro de anécdotas buenas, malas, chistosas y de todos colores. Y aveces me pregunto, Cuando he vivido tanto?

He vivido lo que Dios me ha permitido, algunos días,  la mayoría,  termino tan cansada o me levanto con el mismo cansancio al día siguiente.

Quiero levantarme cada día igual de temprano y cuando mi cuerpo no me lo permite, aveces me siento mal, creo que es la errada impresion de que Dios solo estaría atento a mi en esa primera hora de mi día.  Y no es así,  Dios va conmigo a cada hora, donde yo camine, sabe cuando me afano y cuando necesito descansar.

Aprovecha cada minuto, cada hora, agradece a Dios por tu día y recuerda que Él siempre va contigo.

#meditandounpoco

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Vasti o Ester?

Sin conjeturas

Lo que vi en ti...