Estéril en Cristo

Porque toda la ley de Dios se resume en un solo mandamiento : «Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.» Gálatas 5:14

La Biblia curiosamente, nos habla de grandes profetas y hombres de Dios (Abraham, Isaac, Jacob, Manoa, Zacarias, Elcana), todos casados con mujeres estériles (Sarah, Rebeca, Raquel, Ana y la esposa de Manoa, cuyo nombre no está registrado).

Todos estos, pudieron cumplir su rol de padres como la ley se los exigía primero, porque pudieron tener otras esposas; aun así, en cada una de las historias hacen mención de que ellos las amaban más a ellas, a las estériles, que a las que les dieron hijos.

No solo las mujeres tuvieron que soportar tristeza por ver a otras mujeres de su misma casa tener un hijo tras otro, tambien estos hombres, tuvieron que vivir con la angustia de querer tener sus "primogénitos" con la mujer amada, no con la criada o con la hermana de ellas.

Estos hombres, que también dudaron del lo que Dios les había prometido, hicieron sus esfuerzos "humanos", como inseminación NO artificial y vientres alquilados de la época...

Sin embargo. Solo vieron las promesas cumplidas de Dios en los hijos de sus estériles esposas: Isaac, Jacob, Samuel, el profeta, Sanson, Juan el bautista, José (el de los sueños).

Primero, amar a Dios sobre todas las cosas, nos llevará sin mucho pensar al cumplimiento del segundo grande mandamiento...

Pensar en cuanto nos amo Dios, también nos ayudará a tener idea de como amar a otros (Juan 13:34): con un amor sacrificial. 

Ese hijo prometido (o deseado), puede que sea aquel fruto que anhelas dar, y como aquellos hombres, te toque amar primero a la esposa, sin importar que otras lleven "ventaja" social.

La ley no se resume en cuanto logramos alcanzar en este caminar, en cuantos hijos pude tener (o los que decidí NO tener), Jesús lo resume en Amor a Él primero y en Amar al prójimo como Él me amo (Juan 13:34).

Y si es su voluntad, veré con mis ojos "grandes hombres" nacer de mi vientre, y como dijo el Angel a la esposa de Manoa:

...He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo. Jueces 13:3.

Talvez, por fin, entienda de que se trata la Gracia de Jesús.

#meditandounpoco

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