La real sabiduría

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5

- En el colegio de mi hija pequeña no venden merienda -
- ¿Cómo? ¡Pero eso es parte del aprendizaje vivencial! - dijo a modo de chiste mi compañero en la oficina.

No pude evitar reírme y recordar la "extrema experiencia' de comprar en el recreo, en una fila con decenas de estudiantes más grandes y no una fila ordenada, sino aprender a meter la cabeza y una mano con el dinero  pedir a voces y confiar que quien vendía te escuchó el sabor del refresco correcto... y ufff (me mata la risa aun)...

En la universidad pública, ya yo sabía, por la experiencia vivida, que de camino al aula, si encontraba una silla vacía en otra aula, debía llevármela a mi clase, porque casi siempre estaba el curso lleno y todo ocupado; eso y que en un campus tan grande también debíamos aprender que tan rápido caminar para llegar de una facultad a otra cuando estaban a los extremos y sin hora libre...

Ninguna de estas experiencias, entre tantas más, quedan detalladas en el diploma de bachiller ni en el título universitario; es decir, una licenciatura, definitivamente, lleva mucho más que las materias de calculo historia o literatura clásica.

Inteligencia y sabiduría están muy conectadas, una te lleva al porque y la otra al como; ambas pueden ser dotadas y adquiridas.

El Rey Salomón, a quien Dios le regaló sabiduría para manejar un gran reino, llegó a saber tanto, que ya no admitía consejos (Eclesiastés 4:13); tuvo que recordar de donde realmente vino la fuente de su vasto saber (Eclesiastés 12:1)

En mi trabajo me toca tomar decisiones, de las que considero simples, solo digo si o no, de otras, me paro de mi escritorio a la oficina de mi superior y lo consulto.  Si son desiciones de más riesgo, aun en la noche, me atrevo a llamarlo y preguntar ¿Qué hago?

Con Dios, he aprendido que aún mis "simples desiciones", tomadas por mi cuenta, pasan a ser "gigantes consecuencias"; que no importa mis experiencias vivividas, en las áreas que sea, es tremenda descarga venir a Él y pedirle "dirección", para mi, la palabra que fusiona mi "saber con el hacer".

Y este jefe, Dios, no tiene horas laborales ni oficina privada al momento de yo pedirle sabiduría, y es seguro, que la que viene de Él  siempre, le dará la gloria y me dejará mejor parada ante los que me rodean.

Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.  Proverbios 3:6

#meditandounpoco

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