El día que cambiaste
y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14 Todos tenemos un antes y un después, El tiempo lo tuvo, antes y después de Cristo; Aunque hoy es hoy, al hoy un ayer le precede y un mañana lo sustituye, mejorandolo o dejándolo en el olvido. El día que cambiaste el comprar una costosa camisa que se desgasta con pocas semanas, por comprar un libro que te ayudará a vestir tu alma, ese día hiciste un antes y un después... La noche que corriste a ver el reloj porque quieres dormir temprano o porque quieres leer en lugar de evitar las horas (o no verlas) porque el trasnoche en la fiesta ocupaba más tiempo en tu andar; ese día hiciste una diferencia para tu vida. El día que entendiste que humillarse no es sinónimo de perder la dignidad, sino de ganar...