Los nuevos deseos del corazón

Antes eran ustedes como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al Pastor que cuida de sus vidas.
1 Pedro 2:25

Alguien me hizo una pregunta:

- ¿Que dirías si viene el diablo y te dice keyla yo pago ese cumpleaños y es más, hago que te caiga dinero para q le compres un megaregalo?
- pues No mijo
¿A mi edad? Hasta me siento con el y le doy mis razones con un café de por qué no acepto nada de él...

Lo dije a modo de chiste, pero sí, he ido entendiendo a que se refería Pablo cuando dijo que consideraba como estiércol lo perdido por causa de Cristo.

No soy dada a los juegos de azar y sí, confieso que caído en la treta de jugar "loto", imaginese, tantísimos millones de pesos de un sopetón... no deja de ser tentador.

Pero yo he sabido andar con el ticket en la cartera por varios días sin acordarme de consultar la susodicha banca y la verdad pudiera ser millonaria y no saberlo.

Talvez por todo lo que he vivido, tenido y perdido, o por aquella vez que ejercité mi corazón y el Espíritu Santo me mostró que realmente no necesito los millones para vivir plena física y espiritualmente.

Hasta aquí la meditación... ¿?

No siempre fue así, no señor, no alcanzaría a contar cierta etapa de mi vida en pocas palabra, no lograría externar la enorme frustración que sentía por "ser pobre"!!!

Levantarme millonaria y no saberlo, me permitirá seguir viendo a mis hijas, preparar el desayuno y salir al trabajo; pero de igual modo, disfrutaré de la libertad de caminar por mis calles, tomarme un café en la plaza, lejos de muchos miedos.

Los anhelos van cambiando cuando dejamos que el Espíritu Santo los vaya presentando a Dios de la manera correcta, no como yo quiero que cambien, porque oro mal (Romanos 8;26).

Ya no soy una oveja descarriada, tengo un pastor; ya no deseo lo mismo que ayer, acepto las tareas con paciencia y hago lo posible por amar lo que me toca.

Por eso y más, ya no me siento con la tentación a comer, sino que la veo de lejos, porque me levanto de mi cama y puedo ver, gracias a Dios.

Antes podía llegar a creer que las riquezas me darían seguridad, hoy sé que mi pastor (Jesús), cuida de mi vida de tal modo que todo lo demás queda en un quinto lugar.

#meditandounpoco

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Vasti o Ester?

Sin conjeturas

Lo que vi en ti...