Planes de Dios para mi, todos buenos...

"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11"

Al comenzar nuestro caminar con Jesús,  solemos venir con una de dos ideas extremas de lo que será la vida en la fe: la prosperidad o la auto conmiseración.

De la primera conocemos bien el concepto; quien se auto conmisera,  siente pena por sí mismo, es incapaz de considerarse merecedor de algo bueno, por lo tanto entiende que su destino es sufrir.

En ambas ideas, pareciera haber "egoismo", y aunque lo puede haber mas bien existe un miedo a que cosas malas o buenas nos sucedan.

¿Suena muy psicológico,  no?
Es miedo, miedo a ser pobres y miedo a ser ricos; a no saber manejar las riquezas o las tribulaciones que Dios permite en nuestra vida.

Era un mensaje a un pueblo cautivo, al que se le ordenó procurar el bienestar de la ciudad que los tenía secuestrados. Quienes debían luchar contra cualquier intento de escapar y rebelarse contra quienes los tenían presos.  Y obedeciendo, debían descansar en la promesa de que todo estaría bien, que su condición de esclavitud no era para siempre.

En los años de cautiverio que Israel vivió en varias etapas, se le ordena crecer, multiplicarse, trabajar.  No se les pide nada extraordinario por hacer, solo vivir con fe de que Dios tiene un mejor plan, aunque veamos a muchos partir antes de ver un pueblo totalmente libre.

Lo que nos pasa hoy, solo es hoy y ahora, en un instante puede cambiar.  Sea malo o bueno, nada está fuera de lo que Dios controla o permite.  Soltemos los miedos y vivamos preparados en fe y esperanza en que Dios tiene los mejores planes para nosotros. 

Muchos no vieron de que se trataba el verdadero plan de salvación,  a otra generación le tocó vivir con Jesús y nosotros heredamos la real libertad en Él.  Y TODOS un día estaremos frente a Él.

#meditandounpoco

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