Teme a Dios, mientras aun hay tiempo...

"Sobrevendrá el temor por las alturas y por los peligros del camino...y no servirá de nada la alcaparra, ...
Eclesiastés 12:5 (editado)"

La calle donde tengo toda mi vida viviendo, esta cargada de anécdotas para morirse de risa, y mis antiguos vecinos lo saben.

Muchos jovenes ochenteros y un peculiar grupo de ancianos que no se si fueron felices de jovenes o tuvieron su felicidad complicándose con todo lo que les ocurría a los muchachos.

Uno de los ancianos se enfrentaba cara a cara con los muchachos, siempre en reclamo, otra sabía y contaba toda la vida de los demás, otra nos esperaba en la madrugada detrás de su ventana, la que cerraba de golpe (y era de cristal), cuando la saludabamos.

Eran unos 5 o 6 viejitos que nos hacian la vida difícil pero que hoy son parte de nuestras risas por las ocurrencias; pero ya no todos están,  son solo parte de los cuentos.

¿Sabes para que sirve la alcaparra? Para tratar, entre otras afecciones, problemas digestivo, reumatológico y cardiovascular. Alopecía, falta de apetito e impotencia sexual.  Casi todos, asuntos de la vejez.

De ser los aventurera y alocada joven que fuí, hoy temo a muchas cosas que antes las hacía sin pensar.  Ya no podría,  aunque quiera, lanzarme otra vez de un "bongee jumping".

No soy anciana, aun no, y gracias a Dios que me rescató cuando aun puedo saltar en medio de una alabanza.

El tiempo de encontrar al Señor está disponible siempre, pero hasta un día, el que Él ha dispuesto; los años pasan y pesan Y aunque ya la alcaparra no sirva de mucho, solo la palabra de Dios aligera las cargas y los huesos.

"El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
Eclesiastés 12:13"

#meditandounpoco

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