Decorativos con la gracia de Jesús
En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. 1 Timoteo 2:9
¿Habría de extrañarnos que Dios conozca la vanidad de nosotras?
Para nada, los tiempos y las modas han cambiado, y aun las mujeres seguimos "compitiendo" con la ropa y el lucir "maravillosas", no solo bien, sino "espectaculares".
El tema de mujeres decoradas o no ha sido causa hasta de divisiones en la fe. En mi opinión, muy personal, como si Dios hubiese sacado del endemoniado gadareno, en lugar de "Legión", maquillaje, accesorios y productos para el pelo.
¡Hey chicas! Sigan vistiéndose "fabulosas", o ¿vamos a negar que parecemos "super poderosas" en unos tacones?
De lo ostentoso, hay dos definiciones:
1.Que muestra un lujo y riqueza excesivos.
2.Que se hace con ostentación o exageración para que los demás lo vean.
Y en ello, estamos muy claros que podemos caer con prendas o no.
Me gusta encontrarme con mis amigas y decirles: Wow, ¡que linda te ves hoy! Sobretodo cuando sé que son mujeres luchadoras que a pesar de sus días de trabajo "forzado", tienen la valentía de ponerse "lindas".
Y son mujeres que cuando las mencionamos en alguna conversación, no decimos: la de los tacos azules, sino: "la que trabaja en esto o aquello", "la que tiene los tantos hijos", "la que siempre esta ayudando"...
Con ostentación podemos hasta dejar de arreglarnos, para ser las "menos decoradas", y en la misma linea, que nadie nos recuerde en las obras del Señor.
Arreglarnos o no no es el dilema, exagerar es el mínimo del problema; que la referencia que tengan de las mujeres sea que "estamos al servicio de Dios" debe ser nuestra prioridad.
Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios. 1 Timoteo 2:10
#meditandounpoco
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